Nació por la burocracia y hoy tiene 2.500 clientes

La "luz de obra" es la electricidad que la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (Epec) le conecta a quienes están construyendo un (o varias) viviendas mientras dure, precisamente, la obra.

La mayoría de nosotros pensamos que esa electricidad es más económica pero en realidad el precio del kilovatio es entre 20 y 40 por ciento más caro que la luz "común".

Los constructores y desarrollistas cordobeses entonces se apuran por hacer ese cambio en las condiciones del tendido eléctrico apenas culminan sus obras pero la nebulosa burocrática (¿o quizás la conveniencia comercial?) hace que el traspaso demore hasta 3 años en algunos casos.

Esa necesidad -que en realidad es una ineficiencia que pagamos todos- dio lugar al nacimiento de Mediciones Córdoba (MC), una pyme que se dedica a la medición y distribución de la electricidad en obras con varios PH.

"Como los administradores o desarrollistas tienen que cobrar la luz de obra a varias personas al mismo tiempo, se prorratea el consumo por la cantidad de unidades habitacionales pero eso les genera varios dolores de cabeza: el sistema de cobro termina siendo inequitativo por la diferencia de consumo de los usuarios y porque el consumo se dispara porque es "luz de obra", que todo el mundo creé que es gratis", dice Mariano Neme, el dueño de MC.

La firma de Neme funciona desde hace 14 meses. Ofrece medirles y redistribuirles la energía a los edificios -léase: funciona como una pyme- y tiene 2.500 clientes (30 edificios). 

Sus clientes son los administradores o constructores de edificios a los que les coloca medidores en comodato (les cobra un canon mensual por cada medidor hogareño).

Neme tira un último dato: desde que instalan los medidores el consumo en los edificios "con luz de obra" baja entre un 17 y un 24% . Somos hijos del rigor (y de la ineficiencia).