Estafa virtual: el Banco Santa Fe tiene que pagar $10 millones a una clienta

La abogada patrocinante de la víctima, María Laura Marzetti dialogó con Radioinforme 3 de Cadena 3 Rosario, brindó detalles de la situación y dijo: “El banco tuvo una actitud intimidatoria con mi clienta”.

“Hace quince días tuvimos la sentencia favorable en primera instancia, por lo cual el Banco de Santa Fe la apeló y seguramente vamos a tener que tramitar la apelación, pero esto ya es un paso importante”, dijo la letrada.

Esta situación arrancó en junio de 2021 cuando la mujer, que hacía 12 años era cliente del Banco de Santa Fe, advierte que le comenzaron a debitar cuotas de un préstamo que ella nunca había obtenido por un monto de 318 mil pesos.

“Ese dinero lo obtienen a través de la cuenta de mi clienta y lo depositan en una cuenta destinataria que no había tenido ningún contacto previo con ella”, relata la doctora Marzetti.

“La gran incógnita es cómo se sacó ese crédito y eso lo va a tener que probar el banco”, dijo la abogada porque “mostró inconsistencias, primero dijo que se sacó a través de un cajero automático, luego que se realizó por la aplicación del banco”.

Al mismo tiempo señala que en el proceso judicial “no aportó documentación” para el perito informático.

“La indemnización de daño punitivo es de $10 millones, también reclamamos daño moral, unos 200 mil pesos”, comentó María Laura Marzetti.

“La falta más grave que tuvo el banco en este caso es la falta de seguridad, tiene el deber de custodiar el dinero de su cliente y en este caso falló porque se hicieron operaciones desde su cuenta bancaria y la colocaron a mi clienta como deudora de un préstamo que nunca obtuvo”, dijo la abogada.

Según comentó el banco también incumplió “con el deber de información”. Porque nunca se la informó sobre las operaciones que se realizaron en su cuenta digital o electrónica, “se entera con el primer débito de la cuota”.

“Interpusimos una cautelar para que cesen los débitos, que salió favorable”, amén de eso según cuenta “el banco siguió intimando a mi clienta a través de distintos estudios de abogados pese a estar judicializada la cuestión”.

“El banco tuvo una actitud intimidatoria con mi clienta”, dijo, una falta al deber de “trato digno” y la quiso colocar como culpable de la situación.

“Está comprobado en el expediente que quien facilitó esta estafa es el banco por no brindar la seguridad”, finalizó la abogada.