Falta de trabajo: un libro y las claves para la pospandemia

La creación de empleo y oportunidades para desarrollarse en el lugar de origen no deja de ser una cuenta pendiente en Argentina y la región, algo que el economista Gabriel Sánchez Zinny abordó en su último libro "El empleo en América Latina entre la pobreza, la educación, el cambio tecnológico y la pandemia” (Planeta), cuyas claves describió en Cadena 3 Rosario.

“En los últimos dos años de pandemia se dio una aceleración de fenómenos que se ven en el mundo trabajo y que ya veíamos en países desarrollados, como el trabajo móvil, desde casa; cambiando regulaciones laborales para que pudiera eso funcionar mejor, se había globalizado el mundo del trabajo y la pandemia aceleró eso.

En esa línea, el ex ministro de Educación bonaerense sostuvo que hoy en día “uno puede ofrecer su capacidad talento viviendo donde vive”, a la vez que también se normalizó el trabajo remoto.

“En el 2019 uno decía ‘me voy tres días’ y decían ‘este no quiere trabajar, es un vago’, se ha normalizado como con la educación online", amplió.

Además de la pandemia, Sánchez Zinny también consideró estos cambios se vieron optimizados por “tecnologías que los potenciaron y permiten hoy comunicarnos, ahora por ejemplo estoy en Washington y estamos hablando con la radio por WhatsApp”.

“Toda esta exportación de talento, que hace a tecnologías que no parecen tan disruptivas, es un fenómeno que va a crecer.

Escuela

A la hora de analizar los factores educativos que también expliquen la actualidad, el autor de El empleo en América Latina afirmó: “No tenemos escuela orientada al mundo del trabajo”.

“El ejemplo es el debate que se armó cuando Buenos Aires promovió que alumnos tuvieran experiencia laboral o práctica profesionalizante, hubo gente escandalizada. No tenemos esa orientación y esa demanda no solamente va a ser con programadores o ingenieros, la telemedicina, por caso, ha crecido enormemente”, ejemplificó.

Por último, Sánchez Zinny ponderó que este proceso de “globalización de las habilidades” profundiza la desigualdad a raíz de los problemas educativos.

“Esto favorece a una parte de la población nada más, que tiene más educación, universitaria, que sabe idiomas, ha acelerado también la inequidad y desigualdad en oportunidades”, cerró.