Cuál será el impacto de las restricciones a la exportación

Catalina Boeto, secretaria de Ganadería de la provincia de Córdoba, expresó con vehemencia que los efectos del cierre a las exportaciones de carne impuesta por el Gobierno nacional por 30 días, son "negativas desde todo punto de vista".

Y puso en perspectiva la situación actual con lo ocurrido hace 15 años: "En 2006 tuvimos una pérdida de stock, empeorada por una sequía, de $ 10 millones de cabezas. El stock actual es de 54 millones, pero en algún momento se llegó 60 millones y el stock no aumentó",

Sobre la medida actual, fue contundente: "Lo que hay que hacer es producir más: ninguna actividad económica crece si no la tracciona la exportación y en Argentina la exportación no compite con el mercado interno, ese es un error".

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Y detalló que "en la composición de la exportación actual, el 75% va a un mercado que es el chino, que consume la vaca, un animal adulto que no tiene mercado interno".

"Esta medida temporaria y desacertada no va a tener ningún impacto en lo que comemos los argentinos, que comemos otros tipos de animales", aseveró.

"Tomamos contrato de venta al mundo y de repente cerramos. Eso nos quita previsibilidad y nuestra carne es generadora de divisas, que es lo que necesita el país. El año pasado generó 3.200 millones de dólares, es algo que no se entiende, porque además en un mes esta medida no tiene repercusión en el mercado interno", señaló Boeto.

Esta medida temporaria y desacertada no va a tener ningún impacto en lo que comemos los argentinos, porque comemos otros tipos de animales

E indicó que, en su opinión, la medida apunta únicamente a "aumentar la grieta". "Son mecanismos para generar conflicto entre la ciudad y el campo, son medidas inconducentes", dijo.

Sobre el impacto en Córdoba, expresó que si bien la provincia no tiene muchos frigoríficos exportadores, ya que la mayor parte está en Santa Fe y Buenos Aires, "se estaba haciendo un esfuerzo para generar estas inversiones". 

"Cuando fue el cierre anterior se perdieron más de 100 plantas de faena, lo que generó más informalidad y se cayeron 12 mil puestos de trabajo entre 2008 y 2015. Esta pérdida de mercado nunca se recuperó, porque cuesta muchísimo: entre la inversión y la recuperación pasan tres años hasta que crezca el animal y se pueda exportar", añadió.

Y resaltó que, a pesar de todas estas medidas, "nunca bajó el precio de la carne".

Entrevista de Miguel Clariá.