El nepotismo en la política contemporánea
14/01/2025 | 07:30Redacción Cadena 3
El nepotismo en la política contemporánea se manifiesta de manera alarmante, y un claro ejemplo de ello es la reciente conformación del nuevo gobierno de Donald Trump en Estados Unidos. El presidente Trump, al designar roles fundamentales a su hijo, Donald Trump Jr., y a su yerno, entre otros familiares, genera tanto sorpresa como resignación en el análisis político. Este fenómeno no se limita a las fronteras estadounidenses, sino que se extiende a diversas naciones, revelando una tendencia preocupante en la gestión del poder.
En Venezuela, el hijo del dictador Nicolás Maduro hace declaraciones que parecen prepararlo para una eventual sucesión, lo que sugiere que el nepotismo se encuentra profundamente arraigado en la cultura política del país. Argentina no escapa a esta realidad; las familias políticas dominan en todas las provincias, y a nivel nacional, el actual presidente asigna un papel clave a su hermana en la gestión del oficialismo. La oposición también se ve afectada, con figuras como Mauricio Macri, quien coloca a su primo como jefe de gobierno de la ciudad, y Cristina Fernández de Kirchner, que, tras llegar al poder gracias a su marido, ahora involucra a su hijo en el negocio político.
Un caso reciente que ilustra esta dinámica es el de Sergio Massa, quien estuvo a punto de convertirse en presidente y tenía a su esposa en un cargo fundamental. La historia argentina está plagada de ejemplos de nepotismo, desde Perón y Evita hasta los Menem Alfonsín y De la Rúa, quienes también incluían a sus hijos en la política. Este patrón revela una tendencia de los políticos a confiar más en sus familiares que en profesionales capacitados, lo que limita la posibilidad de formar equipos de trabajo realmente competentes.
La confianza depositada en los familiares a menudo se traduce en secretismo. Los políticos tienden a mantener en su círculo cercano aquellos secretos que no deben hacerse públicos, bajo la suposición de que las relaciones familiares son más estables. Sin embargo, la realidad demuestra que no siempre es así; los conflictos familiares, incluidos los divorcios, pueden complicar aún más la dinámica política. Córdoba, por ejemplo, ha sido testigo de varias disputas familiares que han afectado a la política local.
Es fundamental que la política revise sus prácticas. Los líderes, en momentos de debilidad, tienden a rodearse de amigos y familiares en lugar de buscar a los más capacitados. La democracia requiere un enfoque diferente, que priorice la competencia y el profesionalismo por encima de la confianza familiar. Resulta interesante notar que la palabra "nepotismo" proviene de "nepote", que significa sobrino, reflejando cómo incluso en la Edad Media, la designación de familiares a posiciones de poder era una práctica común, motivada también por problemas de confianza.
El nepotismo es un tema que merece atención y reflexión en la política contemporánea. La historia y la etimología nos ofrecen una perspectiva que invita a cuestionar estas prácticas y a buscar alternativas más democráticas y justas en la gestión del poder. Es imperativo que los ciudadanos exijan una política más transparente y profesional, donde la capacidad y la meritocracia prevalezcan sobre las relaciones familiares.