El gobierno español decidió este martes suspender todos los vuelos comerciales directos de conexión entre España e Italia desde esta medianoche hasta el próximo 25 de marzo debido a la agudización de la epidemia de coronavirus en el país.
La medida de carácter excepcional fue aprobada por el Consejo de Ministros español y publicada en el BOE (Boletín Oficial del Estado) para "limitar la propagación y el contagio por Covid-19".
La prohibición se aplica a todos los vuelos directos realizados desde la República de Italia al Reino de España, a partir de las 00 horas del día 11 de marzo de 2020 y hasta las 00 horas del día 25 de marzo de 2020.
Están exceptuadas "las aeronaves de Estado, escalas con fines no comerciales (por tanto sin subida ni bajada de pasajeros), vuelos posicionales (por tanto sin pasajeros y solo para posicionar el avión para una operación posterior), exclusivos de carga, humanitarios, médicos o de emergencia".
La orden del gobierno, que fue adoptada en acuerdo con los ministerios de Sanidad y de Transporte, destaca que las comunicaciones existentes entre Italia y España por vía aérea son numerosas, con un importante número de vuelos y de viajeros procedentes de las zonas afectadas por la epidemia de coronavirus.
"Italia representa el tercer mercado aéreo internacional por importancia para España, con más de 106 mil operaciones comerciales registradas en 2019 y alrededor de 16 millones de pasajeros, lo que supone aproximadamente un 9% de todo nuestro tráfico internacional", señala el gobierno español.
A tenor de estas cifras "no es de extrañar que la gran mayoría de los casos importados en nuestro país han sido vinculados a viajeros procedentes de Italia", argumentan las autoridades para justificar la drástica medida.
La prohibición de los vuelos se podrá prolongar por períodos adicionales no superiores a 14 días, teniendo en cuenta la evolución de la epidemia en Italia así como las medidas que adopte el propio gobierno italiano en su territorio.
Suspenden clases y recomiendan el teletrabajo
España pasó este lunes a un escenario de "contención reforzada" en la lucha contra la propagación del coronavirus Covid-19 tras elevarse el número de víctimas fatales a 29 y superar el millar de contagios, lo que llevó a las autoridades a suspender las clases en las zonas con mayor números de casos, la Comunidad de Madrid, y dos ciudades del norteño País Vasco.
"Los datos indican un cambio a peor de la evolución de la enfermedad en España", aseguró el ministro de Sanidad español, Salvador Illia, en conferencia de prensa en Madrid, tras reunirse con las autoridades sanitarias de los gobiernos regionales.
"Tenemos 1.204 casos positivos, 28 fallecidos y 74 personas en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) en toda España", precisó el ministro español al presentar el último balance de datos sobre la epidemia de Covid-19.
Pocos minutos después se confirmaba un nuevo fallecido -un hombre de 93 años- diagnosticado con el coronavirus en la comunidad de Aragón.
Illia explicó que a partir de ahora España pasa a un escenario de "contención reforzada", que requiere de la adopción de un conjunto de medidas en algunas zonas del territorio español de "transmisión alta", concretamente la Comunidad de Madrid, y las ciudades de Vitoria y La Bastida, en el País Vasco español.
"Estas zonas tendrán suspensión de clases en todos los niveles educativos y de actividades extra escolares", subrayó el ministro, quien también anunció un "segundo bloque de medidas que son recomendaciones".
En ese marco de recomendaciones, el gobierno español pide que en las "zonas de transmisión alta" se adopten siempre que sea posible medidas de "teletrabajo y flexibilización del horario laboral y turnos escalonados para evitar la concentración de personas en los puestos de trabajo".
Además, para el conjunto del territorio español se llama a los ciudadanos a "fomentar el cuidado domiciliario de los mayores, y que las personas con enfermedades crónicas o pluripatologías limiten sus salidas y actividad social".
También se recomienda "evitar los viajes innecesarios" al extranjero.
Las autoridades de la Comunidad de Madrid confirmaron la suspensión de las clases por dos semanas, igual que el gobierno vasco respecto a las ciudades de Vitoria y La Bastida.
El máximo responsable de Salud en España negó que se actúe con retraso ya que el cambio de situación se produjo este domingo último, con un "incremento significativo de los casos en Madrid", donde actualmente hay 527 personas contagiadas, más de doble en 24 horas.
A lo largo del día se informó de doce nuevas víctima fatales, lo que llevó el número de muertes a 29, de las cuales 16 son casos en la Comunidad de Madrid, 6 en el País Vasco, 3 en Barcelona, 3 en Zaragoza y 1 en Valencia.
En la región de Madrid ya se habían cerraron más de 200 residencias y centros de día para ancianos, y en el País Vasco se clausuraron cinco escuelas. En Cataluña también se cerró al menos una guardería infantil, donde se detectaron contagios.
Otro de los brotes en el que pusieron especial atención las autoridades se produjo en la localidad de Haro, en La Rioja, donde la Guardia Civil española está desplegada desde hace unos días para asegurar que confinamiento de personas contagiadas por acudir a un funeral en Álava, provincia del País Vasco.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, quien asistió este lunes por primera vez a la reunión del comité de seguimiento de la epidemia de coronavirus, prometió un "plan de choque" económico frente a la epidemia sin precisar las medidas que adoptará con la intención de ayudar a las empresas y autónomos a hacer frente a esta crisis que tendrá efectos impredecibles.
Las autoridades españolas acordaron que grandes eventos deportivos de carácter internacional -que implican desplazamientos de seguidores de otros puntos de Europa y zonas de riesgo- se celebren a puertas cerradas -el próximo es entre los equipos de Sevilla y Roma- mientras piden a los ciudadanos con síntomas que se auto impongan un aislamiento y se comuniquen con los servicios sanitarios.
Aunque no se tomaron medidas restrictivas generalizadas, algunas empresas en distintos puntos del país enviaron a sus empleados a casa a trabajar.
También se postergaron o suspendieron actividades y eventos de ocio y empresariales por decisión de los propios organizadores, con una repercusión todavía incalculable para el sector turístico en particular, el mercado laboral, y la economía en general, que ya muestra signos de recesión.
Informe de Adrián Cragnolini.
