¿La objeción de conciencia es una cuestión de edad?

El Tribunal Superior de Justicia de Córdoba (TSJ) rechazó este martes, por inadmisible, el recurso extraordinario federal (REF) que había planteado la asociación civil Portal de Belén, con el fin de que la Corte (CSJN) revisara la sentencia del Alto Cuerpo,  que había habilitado la Guía del aborto no punible, suspendida desde 2012 en Córdoba por un amparo de esa entidad.

Esto generó un revuelo en el sector médico de la ciudad ya que existe una gran cantidad de profesionales que son objetores de conciencia, principalmente en el rubro de la obstetricia.

"Al parecer, la elección o la decisión que uno toma en esta situación pareciera que está relacionado con la edad. La mayoría de los objetores somos médicos grandes que tenemos una formación diferente. Los que no lo son, son más chicos. Tienen otra visión de género", expresó a Cadena 3 Héctor Lucchini, obstetra e integrante de la Comisión de Hospitales del Consejo de Médicos de Córdoba.

Lucchini es uno de los profesionales que integra la lista de objetores "por su especialidad y una cuestión religiosa y moral propia".

"La mayoría de los médicos, y sobre todo de mi especialidad, están en contra del aborto no punible. Es un problema difícil de tomar una decisión porque hay que tener en cuenta que en Argentina se hacen mil abortos por día de manera clandestina. El tema es que la mujer que tomó esa decisión no vuelve para atrás. Ya sea en el hospital o en la clandestinidad, esa vida se detiene".

Lucchini se desempeña como profesional en la Maternidad Nacional de Córdoba, lugar a donde sí se vienen practicando abortos.

"Hasta ahora éramos el único lugar a donde se solucionaban este tipo de problemas por ser un hospital nacional y no tener que acogernos al recurso provincial. Son historias tremendas pero el hecho es que, desde el punto de vista de los objetores, no negamos que esto pasa sino que consideramos la vida del bebé que está dentro de la madre. Nos parece que hay otras salidas en vez de suspender una vida para que la mamá pueda seguir adelante".

Finalmente Lucchini hizo referencia al resonante caso que sucedió en marzo de este año cuando una médica se vio en la obligación de llamar a su marido -también médico- para realizar una cesárea a una niña de 11 años que había sido violada porque todo el equipo médico del hospital se había declarado en objeción de conciencia.

"En esos casos, el director del hospital está obligado a solucionar el problema. Se debe contratar a alguien que solucione el problema e interrumpa ese embarazo. En la Maternidad sucedió eso varias veces y luego comenzamos a derivar los casos al Garrahan de Buenos Aires", comentó.

Por último, hizo referencia a los casos en los que la madre está en riesgo y afirmó que el personal "está obligado a actuar y a impedir que se acabe con la vida de la mujer".

Entrevista de Miguel Clariá.