La resistencia de los mansos

Miguel Clariá

Esta imagen tan horrible, tan detestable, de una docente desquiciada, adoctrinando de forma brutal , casi obscena a sus alumnos, deja como dice, Sara, que es una docente, deja bronca, deja tristeza, deja miedo, deja frustración.

Pero si hay algo para rescatar, me gustaría destacar -no de la profesora, ella es irrecuperable y destroza todos los códigos de la docencia-pero del otro lado del teléfono que filma hay un aula , hay chicos, hay adolescentes , incluso a quienes se les menciona como al pasar , van a ser bochados en historia si no coinciden con el relato ideológico de la profesora.

Este espanto, broma o no broma, la profesora puede bocharlo en Historia si no repite su relato. No perdamos de vista, lo empezaba recién a mencionar la profesora García, es una clara situación de abuso. Una mujer adulta frente a un niño , agravado porque es su docente y porque tiene autoridad para reprobarlo, pero el alumno no se achica .

Es un adolescente, es un niño y se planta sin perder la calma y le responde y le discute.Cambian los roles .De pronto el adolescente argumenta y la profesora vocifera y el chico que está filmando, o la chica no sé, es un aula, claramente participa en la decisión de no naturalizar ni tolerar ese abuso de poder , adoctrinamiento irracional que está llevando adelante la profesora.

La sensación que tengo , viendo una y otra vez ese video horrible, es algo así como la rebelión de los mansos . Las palabrotas, las groserías, la desmesura , la histeria, son de la adulta.El chico es sereno, es firme, admite que no sabe lo que es una represa, por ejemplo, pero le rebate a la profesora cuantos años condujo el país el peronismo. La profesora está diciendo una cifra falsa; saca mejor la cuenta el alumno que a profesora. Mete miedo saber que esto no es una excepción, tampoco es la generalidad. Angustia comprobar que en este caso nos enteramos porque los chicos decidieron defenderse con la imagen. Rescatemos eso; los chicos usaron lo que tienen para resistir, un teléfono para filmar y la valerosa y tal vez inesperada decisión de plantársele.Profesora, no me grites; profesora, no me insultes, no me mientas, no me adoctrines; profesora, no me abuses.Respetame.

En ese compendio horroroso de nuestro sistema educativo que se pone en el video, voy a intentar rescatar la serena, la mansa rebeldía del alumno y allí la esperanza de que ese intento nunca abandonado de adoctrinar, encuentre una represa. Una de las represas que esa señora intentó usar para burlarse de su alumno; represa que le puso el alumno para ponerle límites a la profesora.