Una jueza podría ser acusada por hurto calamitoso

La jueza de Zapala, Bibiana Ojeda, podría ser acusada de hurto calamitoso por haber desvalijado la casa de su hermano Daniel, que estaba internado en cuidado paliativos de la Clínica Pasteur tras una fuerte recaída del cáncer de pulmón.

Los médicos le habían recomendado volver a su casa para pasar los últimos días junto a sus seres queridos y en su contexto espiritual. El hombre es de la religión umbanda. 

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Cuando volvió, se dio cuenta que su casa había sido desvalijada: su hermana y su madre, de religión católica, quemaron todas sus pertenencias religiosas y espirituales.

El hombre denunció el saqueo y se autorizó el allanamiento a las propiedades de la jueza, donde se encontraron distintos elementos, entre ellos un vehículo y una casilla rodante.

El Tribunal Superior de Justicia considera acusar a la jueza de "hurto calamitoso", figura que podría contemplar la fiscalía, ya que según el Código Penal se da cuando se comete un "delito contra la propiedad que se concreta cuando una persona, aprovechándose de una desgracia o infortunio, se apodera ilegítimamente de una cosa mueble ajena".

La magistrada habría incumplido también con el artículo 14 de la Constitución Nacional que permite la libertad de culto, cosa que ella violó en forma consciente. 

La fiscalía de robos y hurtos a cargo de Rómulo Patti, dio instrucciones a su asistente letrado Juan Pablo Encina para seguir con los allanamientos. Así fue como encontraron desde electrodomésticos hasta prendas de vestir en la chacra que la jueza tiene en Las Lajas, y pudieron recuperar parte de los objetos robados.

Informe de Juan Manuel Curcho.