El desolador día después de la explosión en Beirut

Abdo Jarouch, un licenciado en administración de empresas libanés, dijo a Cadena 3 que todavía el país no se despertó tras la explosión en Beirut y señaló que aún están buscando gente entre los escombros.

“La gente no entiende lo que pasó, están tratando de limpiar y sacar los escombros. Ayer pasé por el lugar y me gustó ver la solidaridad de la gente y cómo se están ayudando entre todos”, relató.

El escenario es desolador, la explosión en un depósito que albergaba 2.700 toneladas de nitrato de amonio afectó a varios edificios y construcciones de alrededores y dejó hasta el momento 100 muertos y más de 4 mil heridos. Sin embargo, todavía hay gente perdida.

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“Hay gente que por la explosión voló hasta adentro del mar y los están buscando por agua y tierra. Todavía hay personas bajo los escombros”, lamentó.

Un país en crisis

La explosión en Beirut ser produjo en medio de un contexto delicado, donde el país atraviesa su peor crisis económica desde la guerra civil de 1975-1990.

“Las cosas vienen mal desde octubre. Empezaron las huelgas porque el Gobierno no estaba trabajando bien y ya empezaron las cosas a decaer desde entonces. El dólar saltó de 1.500, llegando a las casi 10 mil libras libanesas y ahora está en 8.500 y en 10 meses saltó 6 veces”, explicó Jarouch.

Esta situación afecta al poder adquisitivo de sus ciudadanos que ya no pueden abastecerse en su propio país, ya que el Líbano depende mucho de las importaciones. 

“La mayoría de las cosas que consumimos son importadas y sería muy difícil comprarlas en dólares. El sueldo mínimo estaba a 450 dólares y ahora apenas llega a los 50 o 60 dólares mensuales. Esto afecta más”, describió.

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Jarouch atribuyó este escenario a la corrupción: “Hace años que estamos con las mismas caras en el poder y la corrupción lleva a cualquier país al fondo”.

Los cortes de electricidad, la falta de agua potable y el acceso limitado a la salud pública se han convertido en parte de la rutina de buena parte de la población, y llevado al país al endeudamiento.

“El Líbano es del tamaño de Tucumán y su deuda son 100 mil millones de dólares”, señaló.

“40 mil millones de esos dólares fueron para energía y siguen los cortes de luz y donde está yendo la plata no se sabe. Dicen que van a los bolsillos de los políticos, pero nadie va preso por eso”, cuestionó.

En este escenario indicó que ya la gente tampoco confía en los bancos. “Si hay plata en el banco, no se puede retirar. Ya no te dan tus dólares y la gente por eso está de la cabeza. Los que ponían su plata en los bancos ya no lo hacen más, es como lo que pasó en Argentina con el Corralito. Ya nadie tiene fe”, concluyó.

Entrevista de Fernando Genesir.