Juri defendió la compra del software para exámenes de la UNC

El rector de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Hugo Juri, defendió la adquisición del software de reconocimiento facial para los exámenes finales que se rinden de manera virtual, en el marco de la cuarentena por la pandemia del coronavirus.

"Permite que los estudiantes puedan rendir masivamente, en una situación de que la universidad no estafe ni a los alumnos ni a la sociedad, haciendo aprobar a alguien que probablemente estaba haciendo algo", dijo a Cadena 3.

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Negó que se trate de una herramienta para averiguar quién hace trampa. "Se lo busca porque, dentro de lo que se considera seguro para exámenes virtuales universitarios, es el que menos cuesta, pese a los números que publican los diarios. Y esto para un universo de 130 mil alumnos", añadió.

Ante "la preocupación" que planteó la Federación Universitaria de Córdoba por la falta de toma de exámenes finales, señaló que "tienen que buscar todas las posibilidades".

"Se puede virtual o presencial en el parque de la universidad, porque hay menos posibilidad de contagios. O en el caso de aulas cerradas, con horarios acotados, turnos y distanciamiento", señaló.

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Juri, además, precisó que se debe analizar cada caso en particular porque hay carreras o materias que no es posible rendirlas de manera presencial con la actual emergencia sanitaria. "Y en estas situaciones, presentar la posibilidad de que haga la materia correlativa y luego rinda, a fin de año y si se resuelve la pandemia, con un examen integral", indicó.

Por último, el rector evitó anunciar una posible fecha de regreso a clases presenciales, ante la variación diaria de la situación epidemiológica en Córdoba.

Polémica por el nuevo software

La UNC habilitó a sus facultades la opción de utilizar un software llamado Respondus para la evaluación de los exámenes finales: el programa inhibe la navegación por internet y filma al estudiante durante toda la evaluación y capta, a través de reconocimiento facial, posibles señales de “trampa”.

La universidad compró la licencia por un año a un valor de 17.545 dólares, lo que a la cotización oficial rondaría 1,3 millones de pesos. Hasta el momento, solo las facultades de Ciencias Exactas y Económicas utilizarán el programa. Del otro lado, varias unidades académicas, agrupaciones de docentes y estudiantes expresaron su rechazo.

Informe de Fernando Barrionuevo.