"Las sesiones no pueden ser un cocoliche", opinó Brügge

El constitucionalista y diputado mandato cumplido, Juan Brügge, habló con Cadena 3 sobre la gravedad del escándalo de características sexuales que protagonizó Juan Ameri el representante de la banca de Juntos por el Cambio de Salta, quien finalmente renunció a su cargo.

“Él es un representante del pueblo. Son 157 personas las que ejercen la soberanía popular delegada por los ciudadanos y su vida privada y pública deben estar en función de esa representación”, explicó.

Si bien señaló que ahora con las sesiones virtuales se puede llegar a confundir el límite entre lo privado y lo público, remarcó que “los actos de gobierno son públicos" y allí "se puso a su representante en la función para la que fue elegido”.

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"En las sesiones virtuales donde se mezcla el ámbito público con el privado, muchas cuestiones privadas queden a la luz en una sesión pública, y no pasa en las presenciales”, planteó, pero subrayó que “cada diputado tiene que pensar que está sentado en el recinto en modo presencial y dejar de lado todo lo otro".

Esto es importante porque si no se pierde la solemnidad que tiene una sesión que no puede ser un cocoliche, tiene que tener una regla, una formalidad, un protocolo que cada uno de los diputados tiene que respetar

En el marco de la pandemia, plateó que se podrían hacer sesiones virtuales mixtas, donde los diputados y senadores se conecten desde ámbitos legislativos respetando la formalidad que tiene la tarea y evitando exponer lo privado ya sea por descuido o falta de decoro.

Por último, respecto a la renuncia de Ameri, aclaró que al presentarla por su voluntad y ser aceptada por el cuerpo legislativo, no tendrá sanción como un juicio político o la posibilidad de una inhabilitación para ocupar cargos públicos en el futuro.

“La diferencia es que en lo que respecta desde el punto de vista político y ético, para expulsarlo se necesitan 2/3 de la cámara, un debate y una sanción moral pública. El hecho de renunciar es decir ‘me voy, me equivoqué’, pero no hay una manifestación del tribunal”, manifestó.

“Con la renuncia no se discute más, no hay una sanción moral, ni política que en estas cuestiones con falta de decoro la sociedad habría querido”, concluyó.

Entrevista de Fernando Genesir.