Los Pumas no pudieron con ellos mismos

Dracu Gómez

Cuando el árbitro del partido Nigel Owens le mostró la tarjeta roja a Tomás Lavanini terminó el Mundial para Los Pumas. No había ninguna posibilidad de que se pudiera concretar gesta heroica semejante y revertir la situación. No existe chance alguna que a este equipo inglés le puedas ganar con 14 jugadores con más de medio partido por delante. A los 17 minutos del primer tiempo el equipo argentino había condenado su suerte.

Otra vez aparecen las inconductas, las desconcentraciones y los errores individuales en el 15 albiceleste. La tarjeta podría haber sido amarilla, claro está, pero la línea de interpretación en este sentido no sólo que es muy fina, sino que es subjetiva a la mirada de cada uno. En este caso, el estricto y meticuloso Owens consideró que la falta del segunda línea argentino había sido muy grave.

La integridad física de los jugadores está por sobre todas las cosas y en este sentido la World Rugby hace mucho hincapié. A esto lo saben todos los jugadores, staff, público y allegados, sobre todo Lavanini, quien se convirtió desde ayer en el único jugador de Los Pumas en ser expulsado dos veces.

Durante este mundial, Los Pumas alternaron grandes momentos y errores pocos comunes en jugadores de su nivel. ¿Será emocional el problema? ¿Será cierto que el vestuario esta quebrado o solo serán errores de un equipo que no encuentra el equilibrio entre lo que se planifica y lo que se ejecuta? Solo queda completar el partido contra Estados Unidos el próximo 9 de octubre y replantear algunos puntos. Depende de ellos.