Apu Nena, tapas asiáticas en el corazón de Chacarita

Por Yeny Ortega Benavides
Fotos: Carola Cinto

El local permanece discreto y silencioso en la esquina de Av. Dorrego 1301, en el barrio porteño de Chacarita pero, una vez se atraviesa la puerta, la magia comienza.

Tiene pintado en sus paredes una mujer filipina que sostiene un mortero, es Nena, la abuela que le trasmitió todo el amor por la cocina a la creadora del lugar, la chef Christina Sunae.

De ahí el nombre del local: Apu, dialecto de filipino, significa “abuela”. Nena era la forma como Christina llamaba a la suya.

El impacto y la sorpresa no se pueden contener. En el interior del local, una barra curvilínea rodea la pintoresca cocina a la vista, cuyo protagonista ineludible es un brasero cargado de leña encendida y chispeante sobre el que cuelgan carnes que se nutren del humo que el fuego desprende.

Las sillas, hechas de madera y cañabrava, continúan alimentando la magia. En la cocina, con la mirada atenta a los platos y las comandas, está ella, Christina.

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Nos recibe con su cálida y tímida sonrisa. Nos invita a sentarnos y nos pregunta qué queremos comer. Decimos, con humildad, que nos sorprenda, y ella lo toma literal.

Comienza un viaje, un festín de aromas, colores y sabores que son una verdadera sinfonía para disfrutar con todos los sentidos.

Para empezar, empanada de Kaliskis, una versión filipina de masa de hojaldre rellena con curry de garbanzos con pickles y sriracha ideal para los veganos.

Llega el segundo plato: sio pao, un pan suave cocinado al vapor, relleno de carne y bañado con salsa de szechuan.

Continuamos con baboy lemongrass: brochette de cerdo y lemongrass a la parrilla, ensalada de hierbas y limón en conserva, arroz y salsa. Un plato sin T.A.C.C.

Las pupilas se dilatan con la llegada del hipon Taure, un colorido y estético plato con langostinos, salsa de hierbas y tofu fermentado, teura de verdura, lemongrass, acite de chile y maní.

Es el turno del calamar entero. Christina nos explica que en Asia se acostumbra a comerlo no tan tierno, sino más bien con una textura firme que le aporta el grillado a las brasas. Tiene aceite de achiote y se acompaña con duraznos a la parrilla, banana ketchup y hojas de huakatay. El toque aportado por el ahumado es increíble, y su relleno de tomate y verdeo es difícil de describir.

Y cuando creíamos que nada podía sorprendernos más, llega la estocada final: un repollo quemado en las brasas, acompañado con salsa de maní y sésamo, hierbas frescas y puntos de picante de la casa, otra opción increíble para los veganos.

No faltó el toque de dulzura para cerrar esta increíble experiencia: helado de boniato, almíbar de miso y crocante de maní.

Las tapas asiáticas de Apu Nena son una mezcla perfecta entre los sabores tradicionales, una vueltita de tuerca contemporánea y el aporte de los productos locales.

Es el espacio perfecto para quienes aman el picoteo y no le tienen miedo a los sabores nuevos y explosivos.

Nena emprendió su viaje a la eternidad hace tres semanas, pero vivirá eternamente en las recetas de Christina. Desde arriba seguro sonríe cada vez que un comensal visita el local y se va como nosotros: con el corazón lleno su cultura, palpitando por sus recetas.

Apu Nena está abierto de lunes a viernes de 19 a 23 y los sábados y domingos de 13 a 23. Los martes permanece cerrado.

Apu Nena
Av. Dorrego al 1301, Buenos Aires
Informes y reservas: 011-41982356

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