El carrito de papas fritas que es único en Córdoba

Yeny Ortega Benavides

El rey de la papa frita no solamente existe, sino que es cordobés. Se llama Julio Benito Sala, más conocido como Papá Sala quien dio nombre al único carrito de la ciudad cuya especialidad es la papa frita.

Hace 7 años, Julio Benito y su familia -dedicados desde siempre a la gastronomía- comenzaron a pensar en la necesidad de una alternativa que les ofreciera mayor estabilidad en las ventas durante todo el año.

“Antes era un carrito de churros, pero la temporada es más acotada. La gente, generalmente, los consume en invierno”, cuenta a Descubrí Sabores Ángela, esposa de Julio Benito y primera dama de la papa frita en Córdoba.

“Necesitábamos un producto que la gente consumiera todo el año”, explica. Fue así como el Papá Sala, le propuso a su familia poner un carrito de papas fritas, sin imaginarse que sería pionero, único y marcaría una nueva tendencia en comida callejera y al paso en la ciudad.

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“Ya había locales de lomos, panchos, hamburguesas, choripanes. Pero no había ninguno de papas fritas. Así que con mi esposo dijimos ‘vamos a ver qué pasa’”, recuerda.

Y es que deben ser contadas con los dedos de una mano las personas a quienes no les gustan las papas fritas. “Los niños siempre, donde van, piden papas fritas, y los padres vienen detrás del pedido de sus hijos”, asevera Ángela.

De a poco, se fueron metiendo en las costumbres de los cordobeses, volviéndose el plato callejero elegido a la salida de los boliches y una opción distinta para los fanáticos de la comida al paso.

Las porciones son súper abundantes. Se venden en bandejitas de 700, 800 o 900 pesos, dependiendo de su tamaño: pequeña (comen dos), mediana (comen 3) y grande (comen 4 personas). 

Vienen solas, con huevo frito o con salchicha.

 También se las puede pedir con cheddar y panceta, o combinar dos ingredientes (como huevo y salchicha) por 100 pesos más.

La vedette es la papa con salchicha, la más pedida por quienes a diario visitan el carrito.

En cuanto a bebidas, ofrecen gaseosas de medio litro por 300 pesos, y de litro y medio por 500. No se venden bebidas alcohólicas ya que, por disposición de la Municipalidad, no pueden ser consumidas en la vía pública.

Papá Sala levanta sus persianas de lunes a jueves de 11 am a 1 am en invierno, y hasta las 2 am en el verano. Los viernes, sábados y domingos atienden de 11 am a 7 am. Hay mesitas y banquitos para poder sentarse y comer cómodamente.

Julio Benito falleció el 24 de diciembre del 2020, dejando un legado que su esposa mantiene vivo en cada bandejita de papa frita que lleva impreso su nombre.

Informe de Yeny Ortega Benavides.
Fotos: Franco Reale.

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