Por Yeny Ortega Benavides.
Fotos: César Lanza Castelli.
Pielihueso nació en el año 2017, cuando Alejandro Bartolomé dio un vuelco en su carrera como agrónomo y decidió dedicarse a cultivar uvas y producir vinos.
“Es un proyecto familiar hecho desde la sencillez y la honestidad”, explicó Alejandro a Descubrí Sabores.
Hoy, cuentan con dos hectáreas y media con Malbec y Petit Verdot en Los Chacayes, y otras 13 hectáreas con Malbec y Cabernet Sauvignon en Los Sauces.
La familia Bartolomé trabaja el viñedo de forma orgánica, con poca intervención en la bodega. Es decir, sacándole y agregándole a la uva lo menos posible para que el vino sea lo que debe ser por definición: jugo de uva fermentado.
Alejandro Bartolomé y su hija Celina.
“Con la industrialización del producto, al vino se le agregan un montón de cosas y se lo somete a un montón de procesos que lo modifican y lo hacen ser lo que el enólogo quiere que sea. Nosotros queremos que el vino sea lo que la uva quiere que sea”, explicó a Descubrí Sabores Celina Bartolomé.
“No nos guiamos por una fórmula o una necesidad de mercado para elaborar los vinos, sino entendiendo las uvas que tenemos y sus posibilidades”, agregó.
En su paso por Córdoba, pudimos degustar tres de los vinos de la bodega.
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Rosado Primero
“Es un vino rosado que está hecho en un 90% con una Petit Verdot. Es el único hecho en la Argentina con esta uva, que es escasa en nuestro país y es muy particular, porque es fuerte, lo que hace que generalmente sea usada para blends tintos”, dijo Celina.
“Tenemos media hectárea de Petit Verdot en Chacayes y la tenemos que usar. Hacemos dos vinos con esa uva: uno es un tinto (Pintó Verdot) y el Rosado Primero”, continuó.
Para la elaboración de este vino las pieles maceran solamente durante 3 minutos. Luego el líquido se prensa y se pasa la mitad a un ánfora de cerámica y la otra mitad a barrica usada. Allí se mantiene hasta el fraccionamiento, esperando que el azúcar baje naturalmente.
Como es lógico, a veces puede quedar un poco de azúcar residual, por lo cual algunas botellas pueden tener algo de efervescencia debido a una re fermentación. “No pasa nada. Son los riesgos que tomás cuando hacés un vino como lo hacemos nosotros”, destacó Celina.
Rosado Primero es un vino ligero, bebible y muy aromático que acompaña perfectamente entradas y funciona como un aperitivo ideal. Un vino para cualquier época del año.
Malbec Primero
Es un vino tinto hecho en su 100% con uvas Malbec de los viñedos de Los Chacayes.
“El gran desafío fue hacer un Malbec destacable, porque en el mercado hay miles. Nos propusimos hacerlo como hacemos todo lo nuestro: sin ponerle nada”, explicó Celina.
Y lo lograron agregando un porcentaje del racimo entero de la uva en su fermentación.
“Este vino no tiene paso por madera, fermenta en tanque de acero y luego macera en un huevo de cemento donde se estabiliza”, explicó Celina.
Malbec Primero es la verdadera expresión de la uva Malbec: un vino con personalidad, pero ligero y fácil de tomar.
Naranjo
Aunque hoy parezca ser la tendencia de moda, este estilo de vino se remonta a los orígenes de la historia, unos 2 mil años antes de Cristo.
Se estima que el primer vino de la historia se hizo en el Cáucaso (en la zona que hoy se conoce como Georgia y Armenia).
En aquel entonces la gente cosechaba uvas blancas para comer y las guardaba en un recipiente de cerámica. Con el peso propio de la uva, los frutos se iban “aplastando” y producían un jugo que, al ser bebido, generaba efectos muy interesantes en quienes lo tomaban.
El vino naranjo no es una cepa, es un estilo, una forma, un método de elaboración. Es un vino que se elabora con cualquier tipo de uva blanca, pero con el método de vinificación de un vino tinto, es decir, fermenta y macera en contacto con sus pieles.
Naranjo Pielihueso es el vino más conocido, la vedette de la bodega.
“Fue el primer vino que hicimos. Es nuestra cuarta añada”, contó Celina.
“Está hecho con un 50% de Torrontés, 30% de Chardonnay, 15% de Sauvignon Blanc y un poco de pieles de Pinot Grigio”, explicó.
“El vino permanece un mes en contacto con las pieles. Usamos tanques de acero inoxidable y barricas usadas para tener diferentes expresiones”, agregó.
Naranjo Pielihueso es un vino con mucha complejidad aromática, equilibrado, con muy buena acidez, cuerpo y aroma.
Etiquetas
La imagen de Pielihueso merece un capítulo aparte. Las etiquetas de cada vino son en sí mismas un proyecto de diseño, arte y estética. Un trabajo en equipo de Celina y sus hermanos Carmela y Ale Bartolomé.
“Desarrollamos una idea conceptual para la etiqueta y, a partir de eso, mi hermano le hace un dibujo en base al cual Carmela genera toda una identidad de marca”, explicó Celina.
“Trabajamos con mucha libertad. Entramos al mundo del vino sin saber mucho y las etiquetas dan cuenta de eso: hacemos lo que nos parece lindo y divertido y nos representa, y nos mandamos sin mucha referencia de nada”, continuó.
Sin mucha más explicación, el logo de Pielihueso representa la ingenuidad de la marca y la premisa de hacer las cosas sin reglas.
El nombre es una creación de Alejandro en homenaje al Naranjo (primer vino de la bodega), que tiene contacto con la piel y la semilla, hueso de la uva. Representa también una forma de hacer las cosas: ponerle al proyecto todas las ganas, el sudor, la sangre, la piel y el hueso.
En Córdoba, los vinos de Pielihueso pueden adquirirse en Bros. Comedor, ZampaVinos, Francis Bar y Franc Vinos & Delicatessen. Los precios van desde los $1.000 hasta los $2.400, dependiendo del vino.
