Adoptar niños y niñas grandes: "Necesitan una familia y restituir derechos"
Así lo cuenta a Cadena 3 Rosario Paula Resnik, impulsora junto a otros padres y madres de la campaña #AdoptenNiñesGrandes. Conocé su historia de vida con Vero, una adolescente que tenía 15 años.
09/11/2022 | 10:54Redacción Cadena 3
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Audio. Adoptar: lo pueden hacer personas solas, matrimonios heterosexuales como igualitarios
Siempre Juntos Rosario
Paula Resnik, impulsora junto a otros padres y madres de la campaña #AdoptenNiñesGrandes dialogó con Alberto Lotuf en Siempre Juntos por Cadena 3 Rosario y alentó a quienes lo deseen puedan adoptar a niños y niñas mayores de 8 años que hoy forman parte mayoritaria de los casi 2.200 personas en estado de adopción en Argentina.
“El objetivo es desmitificar que la adopción es solo para bebes, para lo cual estamos tratando de que los que se inscriben en este proceso amplíen la edad de su disponibilidad adoptiva” dijo Paula Resnik.
“Los niños grandes también necesitan una familia para restituir sus derechos vulnerados”, indicó la mamá adoptiva de Verónica, una niña que fue adoptada a los 15 años y hoy está próxima a cumplir 18.
“Son chicos y chicas que hay muchas cosas que no vivieron y necesitan el amor de una familia, vivir una infancia y una adolescencia de otra manera”, cuenta.
“Las personas piensan que va a ser más difícil vincularse con chicos más grandes porque ya tienen una historia, pero no es así”, considera Resnik.
Su historia con Vero
En su caso particular Paula adoptó a una niña con casi 15 años. “En ese momento, junto a mis hijos biológicos decidimos darle la posibilidad de integrar a una niña a la familia y elegimos una mujer porque por lo general están en desventaja y a Verónica la adopté a través de una convocatoria pública. No hay mucha gente dispuesta a adoptar a alguien de 14 años, el mío era el único legajo en este caso”, contó.
“Desde ese día construimos un vínculo muy hermoso, y también con sus hermanos”, dijo Paula Resnik en diálogo con Cadena 3 Rosario.
En este sentido expresó que “criar hijos es difícil siempre, pero con un chico más grande hay cosas que se facilitan porque ellos pueden demostrar y decir lo que sienten y lo que desean”.
“Es muy hermoso ver cómo viven cosas por primera vez, tal vez no sean los primeros pasos y las primeras palabras, pero, por ejemplo, pudimos ver como conoció la montaña en vacaciones o fue al teatro por primera vez”, relato con emoción.
La niña no la llama “mamá” cuenta, sino que le dice “Resnik” por su apellido, pero “quiere que solo ella me llame así”.
Reconoce como positivo que la joven mantenga un vínculo con sus diez hermanos biológicos y sus padres. “A veces nos encontramos las tres (por su madre biológica) y para Vero es una tranquilidad enorme”.
La inversión de una ecuación errada
“La adopción no está pensada para darle un hijo a una familia que no lo pueda tener, sino una familia para chicos y chicas que no la tienen y a veces hay evaluaciones que pasar y muchas entrevistas. No todas las familias están preparadas, a veces hay duelos que hay que transitar antes de poder adoptar”, analiza Paula Resnki.
Estas adopciones la pueden hacer personas solas, matrimonios heterosexuales como igualitarios.