"El cobre de los cables se paga $6.000 por kilo", aseguró un especialista

La muerte de Ezequiel Francisco Curaba, de 21 años, puso una vez más el foco sobre el robo de cables en la ciudad de Rosario. El joven estaba en situación de calle cuando quiso arrancar el tendido subterráneo de la EPE en la zona oeste y sufrió una intensa descarga de energía, que le provocó quemaduras en el 90 por ciento del cuerpo.

Eduardo Muñoz, criminólogo y especialista en prevención del delito, indicó que la mecánica de la sustracción de metales y su comercialización ilícita consta de tres eslabones: el apoderamiento, el acopio y la venta. “En ellos hay un fenómeno social distinto y un negocio que aparece por detrás”, dijo.

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En Radioinforme 3, por Cadena 3 Rosario, Muñoz refirió que el robo “a pequeña escala es para satisfacer necesidades como comer y adicciones”. “Algunos ven como una salida rápida tomar el cobre y hacerse de dinero. En Mendoza hubo casos en los que los reducidores pagaban directamente con estupefacientes. Lo hacían a un precio más bajo y luego revendían a uno mayor”, atendió.

El cobre se paga aproximadamente a 6.000 pesos por kilo, según pudo relevar Muñoz. En la misma línea, atendió que para acumular esa cantidad se deben sustraer “unos 30 metros de cable”.

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“No solo es una actividad ilícita, sino que hay un trasfondo social que lleva a estos circuitos. Lamentablemente que se pierda la vida de un joven de 21 años es triste y nos debería llamar a la reflexión sobre qué estamos haciendo para que los chicos puedan progresar”, sumó.

Por último, Muñoz atendió que en los últimos años “se ha generado una especie de crimen organizado sobre el cobre por la demanda y las dificultades para realizarle un seguimiento”.