El comandante de la unidad de operaciones especiales de las fuerzas armadas de Colombia, el coronel Pedro Sánchez, contó en exclusiva a Cadena 3 los detalles del operativo que culminó en el rescate de los cuatro menores en la selva amazónica, tras haber estado a la deriva por 40 días.
"Soy la voz de quienes hicieron esto posible en la operación especial", comenzó su relato, donde valoró reiteradas veces el trabajo en conjunto de las fuerzas de seguridad con los indígenas, quienes tenían un amplio conocimiento de la selva.
Contó que para la búsqueda emplearon satélites, 11 aeronaves, más de 200 personas infiltradas en la selva, más de 150 personas haciendo la planeación, articulando la estrategia y organizando todos los sistemas de batalla, incluso inteligencia, "porque había amenaza narcocriminal en la zona".
"Encontrábamos indicios que luego pasaban a ser incertidumbres, pero teníamos la fe intacta por lo que íbamos encontrando y teníamos la certeza de que estaban vivos", aseguró Sánchez.
"A medida que pasaba el tiempo sentíamos que se nos agotaba la oportunidad de encontrarlos con vida, pero ese trabajo en conjunto con nuestros indígenas que se hizo por primera vez para un tipo de estas búsquedas, permitió no solamente multiplicar los ojos y los oídos que teníamos nosotros con las fuerzas especiales en la selva, sino también ese conocimiento de la selva y articulado con la ciencia y el arte militar para finalmente traer a nuestros cuatro menores a casa", expresó.
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Advirtió que cuando ocurrió el accidente, la aeronáutica civil activó el protocolo para buscar la aeronave y a través de las emisiones se determinó un área probable (de unos 430 kilómetros cuadrados, casi el área de Bogotá) donde podrían estar los pequeños.
"Sin embargo, en la búsqueda que se hizo no encontraron absolutamente nada porque desde arriba la selva es totalmente tupida, y los árboles no dejan ver hacia abajo. En ese momento se toma la decisión de hacerlo por tierra", señaló, aunque aclaró que desde el día posterior al accidente "ya había indígenas por tierra".
Sánchez dijo que cuando les asignaron esa misión "movimos a los mejores hombres entrenados de nuestras fuerzas, y con un equipo de alta tecnología, los insertamos en lo profundo de la selva".
En ese marco, indicó que el día 15 después del accidente sus hombres encontraron un tetero en medio de la selva, "que es como encontrar una aguja en un pajar". "Ese mismo día, con ese indicio que le dimos a nuestros indígenas que estaban en la zona, ellos encontraron la aeronave y ahí empezamos a encontrar evidencias muy seguidas en los siguientes cuatro días.
El 18 de mayo pensamos que estábamos a pocas horas de encontrarlos por unas huellas pero esos indicios pasaron a ser incertidumbre porque llovía como 16 horas por día, así que seguramente pasamos a pocos metros de ellos".
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Teniendo en cuenta la inmensidad de la selva, Sánchez contó que "un policía de nosotros se perdió y apareció dos días después".
Consultado sobre el momento en que encontraron a los pequeños, reveló que allí habían "solamente 104 militares y 16 indígenas, que funcionaban como células de búsqueda combinadas".
Y continuó: “Cuatro indígenas iban con ellos avanzando, escucharon un ruido, vieron un movimiento, miraron al frente y vieron a la niña de 13 años que tenía en los brazos a su hermanita y las primeras palabras que dijeron fue: tengo hambre".
Luego comentó que le preguntaron dónde estaba su hermano, quien estaba resguardado en un toldillo. “Cuando el indígena abrió el toldillo, lo primero que le dijo el niño fue 'mi mamá murió', ante lo que el indígena le dijo que lo estaba buscando y el niño respondió que tenía hambre, y ahí se unieron con los equipos de búsqueda.
Al preguntarle qué sintió Sánchez cuando supo que lo habían encontrado, respondió: "paz y alegría en el corazón porque los encontramos vivos y porque persistimos a pesar de la adversidades y la incertidumbre".
Además, destacó que los menores lograron sobrevivir sin toda esa tecnología por tres variables: "primero por el deseo de sobrevivir, segundo porque son indígenas y tienen inmunidad frente a ciertas enfermedades que uno no tendría y tercero porque conocen la selva, saben cómo vivir en ella, qué comer y qué no".
"Son unos valientes, unos héroes. Hoy están muy bien, estables. Creemos que en dos o tres semanas estarán recuperados. Están muy felices", amplió.
Por último, habló sobre porqué la familia viajó de una zona a otra: "la información que tenemos es que la familia salió de la zona por amenazas del grupo narcocriminal de las disidencias de las FARC que han convertido en algo tradicional como la coca en un negocio de crimen, de miseria y de muerte".
Comentó también que, el día del accidente, a las siete aproximadamente el piloto reportó problemas en la aeronave y a las 7:34 ya pierde el contacto, y aseguró que la falla que tuvo la aeronave fue falla del motor. "El motor se desprendió de la aeronave y el avión cayó de frente contra el suelo".
Por último, sostuvo: "la bebé quedó en los brazos de su madre y la niña mayor la pudo remover del cuerpo de la mamá y continuar con esa historia que solo ellos saben".
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Entrevista de Guillermo Hemmerling y Agustina Vivanco.
