Héctor Lorenzo cumplió 50 años de casado y conoció al Papa

El papa Francisco recibió a Héctor Lorenzo y su esposa Cristina por sus 50 años de casados, al participar en la audiencia habitual del Sumo Pontífice de los miércoles.

"Vivimos un momento muy lindo , nos sorprendió muchísimo, había mucha gente, unas mil personas de todo el mundo y había bullicio porque había un grupo de cantantes españoles, era magnifico", contó Héctor a Cadena 3.

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"No faltan los recién casados, con vestidos de novios y todo. El Papa habló primero de cosas serias, como los que en la Iglesia se creen dueños de la verdad, denigran y desacreditan a los ministros, y de pronto, cuando termina, viene hacia nosotros y ahí le dijimos que estábamos celebrando nuestros 50 años de matrimonio", relató.

Fue entonces que el Sumo Pontífice les preguntó: "¿Quién de ustedes tiene más paciencia con el otro?", a lo que Héctor respondió: "Ella, es más suave, mas tierna".

"Nos miró serio y dijo: ''¿Ustedes rezan por mí?'', y Cristina dijo: ''Siempre''", contó.

"Pero no rezarán en contra, no?", respondió, risueño, el Papa.

"Lanzamos tremenda carcajada y la gente no entendía nada", contó Lorenzo y agregó que recibieron cada uno un rosario del Sumo Pontífice.

"Fue un momento de mucha alegría e inesperado, con tanto jolgorio, nos hizo sentir muy cómodos", dijo.

Cómo nació su historia de amor

Todo comienza con una llamada telefónica equivocada, un domingo en el que Héctor tenía 14 años.

"Cristina llamó y preguntó por un tal Carlos, a mí me gustó la voz y le dije que 'Carlos' volvía en un rato", contó.

A los pocos minutos la misteriosa voz volvió a llamar, y a Héctor no le dio el corazón para volver a mentirle. "Me dio vergüenza seguir mintiendo y ahí le dije, 'acá no hay ningún Carlos, pero me gustaría conocerla'".

Pasó una semana y Cristina volvió a llamar. Héctor le hablaba de sus pasiones: los libros y el deporte, y ella sobre la música, qué le fascinaba.

"Nos vimos en persona por primera vez en la esquina de la plaza Flores, donde esta la basílica de San José de Flores, que es justamente la parroquia del Papa, en Capital Federal", señaló.

Con Carmela, la última de sus nietas.

Él de 14 y ella de 15, finalmente a los 16 se pusieron de novios en Buenos Aires, en el inicio de una historia de amor que atravesó décadas y fronteras.

"Creo que el amor y la fidelidad son muy importantes, no me ha costado la felicidad,  porque creo que el amor es generado por Dios en cada uno de nosotros, él es el artífice del amor", concluyó.

Entrevista de Siempre Juntos.