Alerta en Mendoza ante una de las peores sequías

La provincia de Mendoza se encuentra en alerta ante un panorama hidrológico poco alentador de cara al próximo verano, como consecuencia del cambio climático.

Según los pronósticos la región atravesará una de las peores sequías en los últimos 33 años.

Sergio Marinelli, superintendente General de Irrigación provincial, dijo a Cadena 3 que Mendoza es "un desierto" donde "todo lo que está verde es porque se riega".

"Nosotros tenemos un régimen de lluvia de 200 mm al año y dependemos de la nieve en la Cordillera pero el cambio climático genera que tengamos cada vez menos nieve y más influencia del Atlántico que del Pacífico, donde se generan las tormentas de nieve", advirtió.

Y explicó: "Toda el agua, subterránea y superficial, proviene de la montaña y ahora hay poca nieve".

Desde hace 50 años determinamos la cantidad de nieve que hay en la montaña, se calcula el equivalente en agua y sabemos en cada uno de los cinco ríos cuánta agua va a haber y con un pronóstico extendido podemos saber cómo va a escurrir.

Frente a este escenario, Marinelli, dijo que ahora se piensa en cuándo y cómo hay que regar. "Trabajamos a demanda, almacenamos el agua en diques y la vamos largando en función de esas necesidades. Esto es un cambio cultural importante porque en cada oasis hay diferentes tipos de cultivos, viñedos, frutales, chacras y un fenómeno nuevo de pasturas con el corrimiento de la ganadería hacia las zonas marginales", profundizó.

El funcionario señaló que el tema agrícola se lleva el 90% del agua y para eso desarrollaron un plan de sequía con alertas meteorológicos e hidrológicos.

"Nosotros todavía no llegamos a una definición técnica de sequía porque todavía nos alcanza el agua para cubrir la demanda de cultivos, pero este año va a ser un 10% inferior al año pasado y estamos en un 50% de la media histórica", advirtió.

En cuanto al consumo en la ciudad, Marinelli dijo que ronda los 700 litros por persona por día.

"Sin duda que hay derroche pero hay muchos problemas por falta de inversión en los últimos 50 años en materia de renovación y de instalaciones de redes cloacales y de agua por lo que hay muchas roturas que van a parar al acuífero", agregó.

En ese contexto, el crecimiento urbano desordenado hizo que se mezcle la red de riego con usos urbanos y eso genera inconvenientes nuevos en la cantidad y en la dificultad para distribuirla técnicamente bien.

Entrevista de Miguel Clariá