El beato argentino Artémides Zatti será declarado santo por el Papa Francisco

Alberto Roselli

El próximo 27 de agosto en el Vaticano, el Papa Francisco declarará santo al actual beato Artémides Zatti, hermano coadjutor salesiano, que entregó su vida en Viedma y Carmen de Patagones hasta 1951, cuando murió a causa de un cáncer hepático.

Nacido en 1880 en la región italiana de Reggio Emilia, emigró con sus padres a causa de la pobreza a la Argentina en 1897.

Se integró a las comunidades salesianas del sur del país y aunque quiso ser sacerdote, resignó esa intención para consagrarse religioso de la familia de Don Bosco como coadjutor, es decir, religioso, no laico, aunque sin recibir el sacerdocio.

Retornó por única vez a su país de nacimiento en 1934, cuando viajó representando a los hermanos coadjutores salesianos en la canonización de Don Bosco.

Posteriormente se naturalizó argentino.

Cuentan que con su bicicleta visitaba a cada enfermo que necesitaba medicamentos o atención, ya que era idóneo en farmacia y enfermero, reconocido por la Universidad de La Plata.

Que se lo conocía como “el pariente de todos los pobres” y que día y noche andaba recorriendo las calles para que nadie se quede sin atención.

El milagro reconocido para su canonización se produjo en Filipinas y se trata de la recuperación total de un paciente afectado de un ictus isquémico hemorrágico en la cabeza.

Mucho podrá hallarse de la vida de don Zatti en internet, por ejemplo su permanente buen humor para tratar a la gente y generar una sonrisa en cualquier circunstancia.

“Curo con vino de cantina y puchero de gallina” repiten que decía cada vez que le preguntaban cómo hacía diagnosticar enfermedades que ni los médicos podían.

Brotes cordobeses

En Córdoba vive un pariente de Don Zatti, sobrino nieto, hijo de un sobrino del futuro santo, a su vez nieto de Eliseo, hermano del religioso.

Ricardo Zatti recuerda que su padre y abuelo hablaban de su tio “Gioaca” como le decían en la familia al tercero de los hermanos inmigrantes, hijos de Luis y Aldina Vecchi.

Don Ricardo agrega que su tia Mariquita, que ingresó para ser religiosa de Maria Auxiliadora y se referían a él como el tio apreciado, y no dudaban de tildarlo de santo, aún en vida.

Cuenta que en el año 1981 se comienzó con la toma de testimonios al iniciarse la causa de beatificación, donde él mismo fue convocado.

Ricardo asegura que su “movimiento peregrino” comenzó en ese momento, como una inquietud personal que va paso a paso por distintas comunidades de Córdoba, desarrollando sobre todo su ministerio de salmista en las celebraciones litúrgicas lo que pretende realizar incluso como tarea docente.

Asegura el sobrino nieto del futuro santo, que considera ese el legado de Don Zatti.

Don Ricardo actualmente tiene 70 años y está casado con Blanca Cáceres y a la hora de responder si tienen hijos, asegura que 4500; la cantidad de alumnos que pasaron por sus vidas en el Barrio de Alta Córdoba.

La misma Blanca muestra su alegría y emoción al decir que celebran grandemente esta difusión y acontecimiento que agregará un santo más a la tierra argentina.

Don Ricardo narra que el “tio Gioaca” se carteaba permanentemente con su madre y ponía horario de 5:30 a 7 de la mañana de cada día, frente a la imagen del Sagrado Corazón de Jesús.

Lleno de emoción, don Ricardo cuenta que en el momento de la beatificación en 2002, el superior salesiano le dijo que son este tipo de personas las que se necesitan para cambiar el mundo.

En la misma celebración ese año, Juan Pablo II beatificó a otra cordobesa, la Madre Tránsito Cabanillas.

Más allá de los credos, que alguien sea destacado por estar atento a las necesidades de los demás siempre es y será una buena noticia.

Solo resta celebrar.