Creyó comprar un cachorro bulldog y vivió una pesadilla

Una verdadera pesadilla vivió Orlando Silva, un hombre de 38 años, cuando tuvo la intención de satisfacer los deseos de su hijo de 15 años y comprarle un cachorro para que lo acompañe durante la cuarentena.

El niño no quería cualquier perrito: deseaba un bulldog francés color blue o de color exótico.

En ese mismo momento, la familia decidió buscar por Internet a alguien que ofreciera este tipo de animalito y encontraron a una vendedora de Santander, Colombia, que los ofrecía a precio razonable: unos 633 dólares.

El hombre la contactó y la mujer respondió de forma casi automática. "La señora respondió y me dio un número telefónico para que la llamará y agilizara el proceso", dijo a EL TIEMPO, Orlando Silva.

Si bien el padre sospechaba por el precio del cachorro, decidió comunicarse con la mujer, quien le confirmó que el cachorro "era puro" y le envió imágenes del mismo.

La familia continuó con la compra y Silva debió enviarle una fotocopia de su DNI supuestamente para los papeles del cachorro. Para poder reservarlo, debió enviar una seña de 460 dólares.

El hombre le pidió a un amigo que reside en Bucaramanga que viajara al siguiente día hasta Floridablanca. "Le pasé la dirección que aparecía en la plataforma. El objetivo era que verificará el estado del cachorro y la forma como lo enviarían a Bogotá", explicó Silva.

Para su sorpresa, el amigo lo llamó desde el lugar donde supuestamente estaba el criadero canino y le dijo: "'Aquí no hay nada, esto es un lugar desocupado'".

En ese momento, Silva llamó a la mujer, quien no le atendió el teléfono. "Entendí que me habían robado, la verdad me sentí muy molesto conmigo, no entendía cómo pude caer en una trampa como esa, pero me excuso en que el contacto estaba en una reconocida plataforma", señaló.

Sin embargo, esto no quedó ahí. Ese mismo día recibió el llamado de la Policía consultándole si se dedicaba a la venta de cachorros porque así figuraba en una plataforma de venta.

"Estoy muy asustado, porque aunque denuncié en la plataforma web lo que me había pasado, la vendedora sigue apareciendo y por ende seguirán usando mi nombre, y mi temor es que termine en un problema grande o hasta privado de la libertad", puntualizó Silva.