La historia de la chica trans que quedó embarazada

El síndrome del conducto de Müller persistente es una condición en la que una persona tiene genitales externos masculinos, con órganos reproductores femeninos internamente.

"Me dijeron que tenía cuello uterino, ovarios, útero y trompas de Falopio y que podía quedar embarazada si quería", cuenta Mikey sobre su visita al médico tras sentir una molestia extraña luego de tener relaciones sexuales. 

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Fue así cómo decidió someterse a una serie de procedimientos de fertilidad. Entre ellos, el ICSI, un tratamiento donde se inyecta el esperma de un donante directamente en el óvulo para crear un embrión fertilizado.

En su caso, los tres embriones fertilizados se implantaron luego en la trompa de Falopio a través de una cavidad abdominal, ya que no tiene una abertura vaginal.

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Ahora está embarazada de cuatro meses y no esconde su felicidad: "Me dijeron que sólo había un 20 por ciento de posibilidades de que funcionara, pero funcionó. Estaba tan sorprendida, pero feliz. No puedo esperar a ser madre".

Mikey siempre se sintió diferente al resto de sus compañeros varones y, debido al desconocimiento sobre el tema, sufrió bullying de parte de ellos. 

En la actualidad, utiliza las redes sociales para hablar sobre su experiencia y concientizar a la población sobre el PMDS. Así, busca ayudar a las personas a comprender que es una afección médica normal que le puede pasar a cualquier persona al nacer.