¿Te sobró pan? Con esta técnica lo harás rendir más

El pan fresco es irresistible, pero su vida útil es corta. Congelarlo correctamente permite disfrutarlo como recién horneado, pero no todos los tipos de pan responden igual al proceso. 

A continuación, te contamos cómo elegir, almacenar, congelar y descongelar pan para preservar su calidad, textura y sabor.

Elegir un pan adecuado y almacenarlo bien

La calidad del pan es fundamental para su conservación. Los panes artesanales, elaborados con masa madre, duran más y conservan mejor su textura al congelarse, en comparación con los industriales que pierden humedad rápidamente por sus aditivos químicos. 

Si no vas a congelarlo de inmediato, lo ideal es guardarlo en bolsas de tela, cajas de madera o papel, evitando el refrigerador, que acelera su endurecimiento. Un lugar seco y fresco ayudará a mantener su frescura.

Congelar y descongelar pan de forma efectiva

Antes de congelar el pan, es útil cortarlo en rebanadas o porciones para evitar descongelar más de lo necesario. 

Usa bolsas específicas para freezer, y si congelas rebanadas, coloca papel de horno entre ellas para evitar que se peguen. 

Al descongelar, evita el microondas, ya que altera la textura. Métodos como la tostadora, el horno o una sartén recuperan la corteza crujiente y la miga esponjosa.

La cadena de frío: un aspecto esencial

Es crucial no romper la cadena de frío; nunca congeles pan que ya haya sido descongelado. 

La mejor opción es congelarlo inmediatamente después de su compra. 

Así, siguiendo estos consejos, disfrutarás de pan delicioso en cualquier momento, con la misma calidad que al salir del horno.

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