Un 3 de abril asesinaban a Jesse James, el bandido más famoso del Oeste

La vida de Jesse James, marcada por la Guerra de Secesión y su posterior leyenda como forajido, es una historia de traición, violencia y supervivencia.

Los orígenes del forajido. Fueron en el condado de Clay, Missouri, Estados Unidos, un lugar que se convirtió en un campo de batalla entre el Norte y el Sur durante la Guerra de Secesión. La violencia de los combates que se libraron allí dejó una huella indeleble en el joven Jesse y su hermano Frank.

Guerrilleros del Sur. Los hermanos se unieron a la guerrilla sudista de William C. Quantril, conocidos como los Quantrill’s Raiders, y lucharon con fervor por la causa confederada. Sin embargo, la guerra devastó su hogar en Missouri, y al final, se vieron obligados a rendirse a las fuerzas de la Unión.

La traición de la rendición. A pesar de su rendición, los términos acordados no se respetaron, lo que empujó a los hermanos James a unirse a la banda de los Younger. Este grupo de forajidos ganó notoriedad por sus audaces robos y asaltos a trenes, convirtiéndose en figuras legendarias del Viejo Oeste.

La creación de una leyenda. La noche del 25 de junio de 1875 marcó un punto de inflexión en la vida de Jesse. La Agencia de detectives Pinkerton, posiblemente contratada por los Robber Barons –un poderoso grupo de empresarios que dominaron la industria norteamericana en el último tercio del siglo XIX–, lanzó una bomba contra su casa. Jesse y Frank no estaban presentes, pero su madre perdió un brazo y su medio hermano Archie, de 8 años, murió en el atentado, lo que provocó una oleada de indignación popular.

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El asalto de Northfield. Un año después, los hermanos sufrieron un revés fatal en Northfield, donde fueron repelidos a tiros por los habitantes. Solo Jesse y Frank sobrevivieron, mientras que el resto de la banda fue aniquilada o capturada.

La traición de Robert Ford. Con una recompensa de 10.000 dólares por sus cabezas, Robert Ford, miembro de su propia banda, vio la oportunidad de traicionar a Jesse. En un acto de deslealtad, Ford disparó a Jesse por la espalda mientras este estaba desarmado. El hecho se produjo un 3 de abril de 1882.

Robert Ford y Jesse James, leyendas del Oeste.

El legado de Jesse James. La traición de Ford no le resultó tan lucrativa como esperaba, ya que solo recibió 500 dólares de la recompensa prometida. La leyenda de Jesse James, sin embargo, creció aún más después de su muerte.

Recordando a Jesse James. Hoy en día, la casa donde Jesse fue asesinado sigue en pie, y los visitantes pueden ver el agujero de la bala que acabó con su vida. Su tumba en el cementerio de Mount Olivet lleva una inscripción que refleja el amor de una madre por su hijo y el desprecio por el traidor que lo mató: "En memoria de mi hijo amado, asesinado por un traidor y un cobarde cuyo nombre no merece figurar aquí".

La pared que muestra el impacto de la bala que terminó con la vida de James.