Una maestra se jubiló y todo el barrio salió a aplaudirla

En su última día laboral, Ángela Etcheberry, la directora del colegio Cardenal Spínola, en la localidad bonaerense de San Isidro, recibió una gran sorpresa: toda la comunidad educativa la estaba esperando para acompañarla y aplaudirla durante el recorrido de la escuela a su casa.

"Yo usé durante estos 42 años un delantal verde oscuro. Entonces, los directivos me preguntaron que quería para el ultimo día de clase y les dije que lo único que me gustaría era salir a la vereda y sacarme el delantal en frente de los padres y alumnos", explicó a Cadena 3.

"Salí el ultimo día de clases, me lo saqué en la vereda y el director actual me dijo: 'empezá a caminar porque hay gente hasta tu casa'", agregó.

Al emprender la caminata, la docente contó que cada padre se acercaba a ella para contarle "todo lo que había hecho por ellos".

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Ángela comenzó a estudiar en ese colegio con apenas seis años. Tras terminar sus estudios, a los 17, fue ayudante de laboratorio, a los 21 profesora de Biología y a los 26 asumió como directora.

"Deje el trabajo porque me parecía vergonzoso y una falta de respeto a los jóvenes estar piloteando un colegio con tanta edad, tengo 68", confesó.

Lo mío era cuerpo presente, pocas palabras y mucho gesto

"El secreto está en no hablar. Yo soy una persona que siempre eduque con el dedo y con la mirada", destacó.

Y graficó: "Cuando los alumnos se juntaban en el patio del colegio a comer una chocotorta, yo no decía que era malo, iba a la verdulería compraba manzanas, mandarinas y ponía en el medio una frutera y con el tiempo fueron cambiando los dulces por una fruta".

Entrevista de Fernando Genesir.