¿Es el regreso a la oficina una tendencia real o un retroceso laboral en 2025?
Cada vez más empresas optan por la presencialidad, pero en esta decisión se ocultan intereses y datos que invitan a la reflexión. ¿Es esta una tendencia fugaz o el inicio del ocaso del teletrabajo?
24/03/2025 | 08:36Redacción Cadena 3
Con el regreso a las oficinas tras un largo período de teletrabajo, surge una cuestión inquietante: ¿vale la pena retornar al trabajo presencial? Aunque las empresas sostienen que la colaboración y la productividad aumentan con la presencia física, las recientes estadísticas sugieren un panorama más complejo. ¿Estamos ante una nueva norma o simplemente rememorando viejos modelos obsoletos?
Hace cinco años, el teletrabajo emergió como una solución viable impulsada por la pandemia. Multinacionales como Amazon y JPMorgan lo defendieron, pero ahora parecen liderar el movimiento de retorno a las oficinas. La tendencia revela un deseo de volver a la presencialidad, aunque el debate sobre su efectividad se intensifica.
Declaraciones de la profesora Radostina Purvanova resaltan que la etapa inicial del teletrabajo revolucionó el ámbito laboral: mantuvo puestos de trabajo y contribuyó a un mejor equilibrio entre vida personal y laboral. Sin embargo, también surgieron problemas como el aislamiento y la falta de contacto humano.
Estudios recientes muestran que la opinión de los empleados se divide: un 25% desea volver a la oficina, un 40% prefiere un modelo híbrido y un 35% elige trabajar exclusivamente desde casa. Esta diversidad complica la gestión para las organizaciones, que deben adaptar sus estrategias para satisfacer a todas las partes.
Por otra parte, el consultor Alejandro Melamed enfatiza que esta disputa es más ideológica que operativa. Existe una facción que defiende el control físico en las oficinas y otra que apoya el trabajo basado en la confianza y resultados objetivos.
Numerosas empresas adoptaron el teletrabajo por imperativo durante la pandemia, y algunas intentan revertirlo sin una evaluación adecuada de su impacto en su desempeño. Mientras tanto, otras lo integraron en su propuesta de valor, considerándolo fundamental para atraer talento.
Algunas firmas utilizaron el regreso como motivo para recortar estructuras, excluyendo a quienes se oponen al retorno. Esta dinámica origina tensiones internas que pueden dañar la reputación del empleador.
Con un panorama tan competitivo, imponer presencialidad sin ofrecer beneficios claros puede resultar en una fuga de talentos.
En cuanto a la productividad, Purvanova indica que la creatividad florece en el ámbito presencial, mientras que las tareas operativas suelen realizarse más eficientemente en casa, donde hay menos interrupciones. Un estudio de 2022 reveló que, antes de la pandemia, el 79% de los trabajos académicos afirmaban que el trabajo remoto impulsaba la productividad, pero durante la cuarentena esa cifra cayó al 23% y un 38% reportó efectos negativos.
La premisa es clara: el teletrabajo es más efectivo cuando es una opción, no una obligación, lo que influye significativamente en cómo se establecen las políticas laborales.
Sobre el impacto generacional, el profesor Pedro César Martínez Morán señala que el trabajo remoto es más receptivo a las generaciones jóvenes, quienes se adaptan al home office pero valoran el espacio de socialización y desarrollo profesional.
Los empleados a distancia suelen expresar mayor satisfacción y, en muchos casos, reportan un mejor rendimiento, con una mejora de hasta el 15% en la productividad cuando se cuenta con flexibilidad y estructura adecuada.
No obstante, la naturaleza del teletrabajo varía. Existen diferencias significativas entre un home office bien organizado, el trabajo desde casa improvisado durante la pandemia y un modelo de trabajo en cualquier lugar, lo que impacta tanto en las empresas como en los trabajadores.
A pesar del impulso hacia la presencialidad, expertos advierten que el teletrabajo o el modelo híbrido están aquí para quedarse, especialmente en grandes ciudades, donde los desplazamientos son largos y agotadores. Lo ideal es combinar bienestar y productividad.
El gran desafío es formar líderes capaces de motivar y cohesionar equipos, sin importar el lugar de trabajo. La cuestión ya no es cuántos días se está en la oficina, sino cómo rediseñar la experiencia laboral.
La tecnología será clave para este nuevo enfoque. En China, se está probando la realidad virtual para reuniones, mientras que en EE.UU. algunas empresas exploran el metaverso como nuevas plataformas de trabajo.
Las organizaciones deben plantearse preguntas fundamentales: ¿Qué ofrece la oficina que no pueda replicarse de forma remota? ¿Cómo justificar el retorno desde una perspectiva de desarrollo profesional o colaboración?
En conclusión, quienes insistan en imponer la presencialidad sin entender estas nuevas dinámicas laborales podrían enfrentar la pérdida de valiosos talentos. El futuro del trabajo no se limitará a un lugar, sino a un modo inteligente de conectar, colaborar y crear.
[Fuente: Infobae]