La donación de riñón vivo, un acto que salva vidas y desmitifica miedos
A pesar del temor a donar un órgano, investigadores sostienen que no hay razones para tener miedo. Un artículo reciente ofrece detalles sobre el impacto positivo y los beneficios sobre la salud del donante. Fuente: JAMA Internal Medicine.
25/03/2025 | 11:50Redacción Cadena 3
¿Estarías dispuesto a donar uno de tus dos riñones para salvar la vida de otra persona? Probablemente no, dado que la cantidad de donantes vivos es sorprendentemente baja según las estadísticas.
Los donantes vivos pueden ofrecer riñones, y recientemente, también porciones de hígado. Nuestros cuerpos son aptos para funcionar con un solo riñón, y el hígado tiene la capacidad de regenerarse tras el trasplante, permitiendo a los médicos extraer solo una parte del mismo.
Aunque hay riesgos inmediatos asociados con cualquier intervención quirúrgica, las complicaciones son raras. Estudios indican que, en promedio, quienes donan un riñón viven tanto como habrían vivido de no haber donado, con escaso impacto a largo plazo en su salud. Sin embargo, hay investigaciones que sugieren un posible aumento en el riesgo de hipertensión o diabetes. Cabe destacar que un riñón de un donante vivo tiende a tener una mejor duración en el receptor frente a uno de un donante fallecido, pudiendo extenderse hasta más de 20 años.
Escasez de donantes
A pesar de un incremento en la cantidad de donantes vivos, la cantidad sigue siendo insuficiente. En Estados Unidos, anualmente se realizan apenas 6.500 trasplantes de riñón de un total de aproximadamente 25.000 procedimientos.
Recientemente, Mario Macis y Elizabeth Plummer publicaron un estudio en JAMA Internal Medicine donde proponen cambiar esta realidad. Plummer, experta en políticas de salud en la Universidad Cristiana de Texas, narró su experiencia al donar un riñón a su prima en enero de 2024, además de analizar los factores que desincentivan a las personas a realizar este acto altruista.
Los autores reflexionaron sobre los mitos que prevalecen alrededor de la donación de riñones vivos y plantearon estrategias propuestas para motivar a más personas a seguir su ejemplo.
Plummer explicó: 'Nunca había considerado donar un riñón. La experiencia me mostró la gran necesidad de donantes, mucha gente depende de la diálisis para sobrevivir, y reconozco que fue una oportunidad para generar conciencia'.
Macis, economista, se interesó por entender mercados con escasez, como es el caso de la donación de órganos. Resaltó que las restricciones sobre el intercambio económico complica la disponibilidad de órganos, a pesar de su importancia crítica.
'La prohibición de compensación económica hace que la cantidad de órganos dependa del altruismo, lo cual no cubre la necesidad existente. Por lo tanto, muchos pacientes siguen en lista de espera, lo que representa una carga tanto económica como humanitaria.'
Por último, Macis abordó posibles reformas legislativas que podrían eliminar obstáculos para aumentar la donación de órganos, incluyendo compensaciones económicas y rebajas fiscales, lo que permitiría al donante cubrir los costos asociados sin detrimento de su situación financiera.
El escenario es alentador. Plummer y su prima están saludables después de la intervención. 'No he modificado mi estilo de vida, salvo que ahora no puedo consumir AINEs. Mi prima ya no necesita diálisis, está más fuerte y feliz. Sin embargo, es fundamental recordar que quienes reciben un riñón podrían tener otras condiciones de salud que requieren seguimiento.', concluyó Plummer.
Fuente: Gizmodo.