La promesa de la inmortalidad: ¿viviremos mil años gracias a la tecnología?
Ray Kurzweil y su visión futurista proponen que la tecnología permitirá prevenir el envejecimiento mediante nanorobots. ¿Es posible que la medicina del futuro transforme nuestra existencia y nos ofrezca la opción de vivir mil años?
22/03/2025 | 10:12Redacción Cadena 3
¿Y si la muerte fuera opcional? De acuerdo con el futurista Ray Kurzweil, la tecnología nos llevará antes de lo que creemos a ese escenario aparentemente de ciencia ficción. En su libro The Singularity is Nearer, sostiene que los nanorobots, capaces de operar en nuestro organismo y prevenir el envejecimiento, serán la llave para vivir mil años… o más.
El cuerpo humano como proyecto tecnológico
Para Kurzweil, la medicina del futuro vendrá en fracciones microscópicas. Nanorobots del tamaño de una célula circularían por el torrente sanguíneo con sensores, computadoras, manipuladores y sistemas de energía integrados. ¿Su misión? Reparar tejidos dañados, regular sustancias vitales y hasta reemplazar órganos envejecidos.
El error celular que nos condena a envejecer podría ser corregido —e incluso prevenido— por estas diminutas máquinas. Kurzweil estima que este hito podría hacerse realidad entre 2040 y 2050. Y no se trata de una simple mejora en la atención médica; sería el inicio de una “medicina de precisión absoluta”, capaz de reconstruir el cuerpo desde adentro.
La singularidad como punto de no retorno
Detrás de la promesa de vivir mil años, Kurzweil vislumbra un cambio más profundo: la “singularidad”. Se trata del momento en que la inteligencia artificial y la biotecnología se unan de tal manera que nuestros cuerpos dejen de ser nuestra única forma de existencia. Imagina un futuro en el que podamos crear versiones optimizadas de nosotros mismos, conectar nuestra mente a sistemas avanzados de IA y romper, de una vez por todas, los límites de la biología.
¿Quién vivirá mil años? Kurzweil cree que ya nació
Kurzweil no está solo en este pronóstico. Junto al gerontólogo Aubrey de Grey, sostiene que “la primera persona que vivirá mil años ya ha nacido”. El plan consiste en detener el deterioro corporal alrededor de los 100 años, llevar la vida hasta los 150 y, desde ahí, seguir ganando tiempo con cada avance tecnológico.
Por supuesto, estas proyecciones se basan en tecnologías aún en desarrollo. Pero Kurzweil insiste en que el progreso avanza de manera exponencial, y lo que hoy nos parece inverosímil podría volverse habitual de la noche a la mañana. En sus palabras: “Lo que parece absurdo ahora, tendrá sentido muy pronto”.
¿El fin de la biología tal como la conocemos?
En el planteamiento radical de Kurzweil, llegaremos a un punto en que más del 99,9 % de nuestro cuerpo no será biológico. Tejidos, sangre e incluso el cerebro serían sustituidos por sistemas artificiales capaces de autorepararse y evolucionar. La medicina se convertiría en una disciplina exacta, donde diagnósticos y tratamientos serían inmediatos.
A la larga, la conciencia podría prescindir del cuerpo: se alojaría en soportes digitales cada vez más sofisticados, rompiendo la frontera final de la existencia biológica.
¿Exageración o visión del futuro?
Hoy, la ciencia no cuenta con nanobots plenamente funcionales ni con evidencia de que un cuerpo biónico sea posible. Sin embargo, la historia ha demostrado que los avances tecnológicos a veces superan las expectativas más audaces.
Kurzweil podría equivocarse... o adelantarse demasiado. Sea cual sea la respuesta, sus ideas nos plantean una pregunta inquietante:
Si vivir mil años fuera viable, ¿lo elegirías?