TikTok e Instagram afectan más la salud mental de las chicas
Un estudio revela que estas plataformas afectan más el bienestar psicológico de las adolescentes que de los varones. La investigación muestra diferencias significativas en la búsqueda de validación y la presión social en redes.
03/04/2025 | 14:17Redacción Cadena 3
Un estudio realizado por la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) concluye que TikTok e Instagram afectan de manera más profunda el bienestar psicológico de las adolescentes que el de sus pares varones.
Se trata del primer estudio cuantitativo en España que aborda cómo perciben los y las adolescentes el impacto de estas plataformas en distintas áreas de su vida social. La investigación analiza aspectos como el sentido de pertenencia a un grupo o la capacidad de mostrarse tal como son.
Más presión y necesidad de validación externa
Según el estudio, citado por EFE, las chicas hacen un uso más intensivo de las redes sociales y se sienten más observadas y presionadas por la imagen que proyectan, especialmente en relación con su aspecto físico. También tienden a buscar más validación externa que los chicos.
Los resultados del trabajo, publicado en la Revista de Comunicación, fueron dirigidos por Mónika Jiménez (UPF) y Mireia Montaña (UOC), quienes se desempeñan como investigadoras principales.
El estudio se basa en una encuesta realizada a una muestra representativa de 1.043 adolescentes españoles de entre 12 y 18 años (50,5 % chicas y 49,5 % chicos), de los cuales el 70,7 % utiliza TikTok y el 63,8 % Instagram. Los participantes evaluaron, en una escala del 1 al 5, el impacto de estas redes sobre nueve dimensiones de su vida social, siendo 1 el valor más negativo y 5 el más positivo.
Las chicas perciben mayor deterioro en su bienestar psicológico
De forma general, los ítems con mejor puntuación fueron la capacidad de organización colectiva (3,52), el sentido de pertenencia grupal (3,51) y la posibilidad de expresarse tal como son (3,48).
Sin embargo, el bienestar psicológico y la comunicación con personas adultas fueron las dimensiones que obtuvieron las puntuaciones más bajas, tanto entre chicas como entre chicos: 3,06 en ambos casos.
Al desagregar los datos por género, se observa una diferencia significativa en el ítem del bienestar psicológico: las chicas lo puntúan con un 2,99, mientras que los chicos lo valoran con un 3,13.
A pesar de ello, el estudio muestra que la percepción general de los adolescentes sobre el impacto de las redes sociales es neutra, ya que los aspectos positivos tienden a compensar los negativos, con todas las puntuaciones por encima del punto medio (2,5).
Por ejemplo, destacan algunos beneficios como la posibilidad de conectar con otros, el apoyo emocional y los espacios de debate que se generan en estas plataformas.
Instagram y TikTok: entre la expresión y la presión
En el caso de Instagram, los aspectos mejor valorados son la capacidad de organización colectiva y la pertenencia grupal, ambos con un puntaje de 3,55.
Por su parte, TikTok es valorado por su capacidad para favorecer la expresión personal (3,54) y por facilitar la comprensión y aceptación de normas sociales a través de la interacción con otros usuarios, dimensión que alcanza la puntuación más alta del estudio: 3,56.
Sin embargo, las investigadoras advierten que esta facilidad para interiorizar normas sociales puede limitar la capacidad crítica de los adolescentes, especialmente frente a roles de género tradicionales.
El sesgo de género en los algoritmos
Uno de los principales riesgos identificados tiene que ver con el algoritmo de TikTok, en particular con la sección «Para ti». Este contenido, según el estudio, refuerza estereotipos de género y tiene efectos concretos sobre la forma en que los adolescentes se perciben a sí mismos.
"Los contenidos sobre moda y belleza que el algoritmo suele ofrecer a las chicas afectan directamente su autoestima y percepción corporal", explica Mónika Jiménez.
En el caso de los varones, añade, "el predominio de contenidos relacionados con deportes, juegos de competición y conductas agresivas refuerza una imagen de masculinidad dominante, dejando poco espacio para la expresión emocional".