Habló el técnico baleado: "Sentí el miedo de verdad"

El director técnico de Ferro de La Pampa, Mauricio Romero, fue baleado en el partido que se disputó frente a Huracán de Las Heras, por la barrabrava local.

El DT resultó con una herida de bala en su axila izquierda. El propio Romero consideró que se salvó de milagro y relató en diálogo con Cadena 3 que sintió que es el miedo "de verdad".

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"Fue un momento muy complicado, muy difícil e impensado de vivir. Nunca se me hubiese ocurrido vivir algo de esta magnitud", expresó. 

El entrenador contó que el partido cursaba con normalidad cuando vieron disturbios en la popular faltando un minuto. "Se escuchaban detonaciones, uno no sabía si era pirotecnia, pero vimos corridas, había un barra que se había metido a la cancha. Fue aumentando", describió.

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Y detalló lo vivido: "Sel zumbido de LOS balazos y uno me llegó a impactar. Fue un momento muy angustiante, porque en ese momento sentí miedo de verdad, sentí el golpe debajo de la axila, fue fuerte, me dejé caer. Lo primero que hice fue tocarme por el miedo, pensando que era un balazo que me podría haber lastimado de gravedad". 

Fue en ese momento que lo llevaron arrastrando al túnel, donde se sacó la remera y vieron que la bala lo había rozado, por lo que estaba fuera de peligro. "Me sentí un poco más tranquilo", apuntó.

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Sin embargo, indicó que la angustia siguió porque había corridas en el túnel, gente que se quería meter al vestuario. 

"Doy gracias a Dios, a toda la delegación nuestra, al cuerpo técnico. Fue una locura, se descontroló todo, nunca pensé que en una cancha podía vivir lo que paso ayer", lamentó.

Romero dijo que la Policía maneja dos hipótesis sobre su impacto. Uno es la posibilidad de que le haya pasado entre el brazo y la axila y la otra es que haya sido una bala calibre 22 que a la distancia pierde fuerza, por lo que le habría impactado y luego desviado.

Acerca de su futuro como DT, planteó: "Se replantean muchas cosas. Ya me venia replanteando de antes. Cuando me retiré como jugador dije no voy a seguir vinculado al fútbol, pero no porque no me gustara o no tuviera ganas, sino porque no quería convivir con la parte fea, la mugre del fútbol. Lo viví como futbolista".

El entrenador consideró que es un problema "muy de fondo" y que no es sólo en el fútbol, sino en la sociedad en general. "No podés entender cómo pueden entrar con tanta naturalidad armados a un campo de juego. El grado de violencia es muy alto, la gente lo sufre cotidianamente. No hay medidas claras, estamos a la deriva. Espero que esto sirva para tomar medidas de verdad, lo veo complicado. No sé si esperan que haya un muerto para que esto cambie", expresó.

Sobre su estado de salud, indicó que está bien y que solo tiene ardor en la zona. Le hicieron una placa para determinar si se había alojado parte del proyectil y le indicaron que está fuera de peligro. 

"La familia bien, asustada. La familia es el lugar ideal para si hay problema de semejante magnitud rodearse de ellos", cerró.