Buenos Aires es una ciudad muy grande y su oferta de actividades es tan amplia, que una sola visita no basta para abarcar todo lo deseado. Es por eso que, antes de ir, es conveniente hacer una planificación y una lista de los sitios que queremos conocer.
El fin de semana largo comprendido entre el 25 y el 28 de mayo, es una buena fecha para visitar la capital de nuestro país. El clima es perfecto. Lejos quedaron los calores del verano y el frío no es una amenaza para pasear al aire libre.
1. Caminito en La Boca
Es uno de los paseos más emblemáticos de la Ciudad. Se trata de una calle museo de 150 metros de largo aproximadamente. Sus adoquines y los conventillos de chapa, con sus paredes pintadas de distintos colores, convierten esta calle museo en uno de los lugares más fotografiados del mundo.
Alrededor de Caminito, hay una gran feria de artesanos y muchos comercios para comprar desde artículos usados, hasta recuerdos y productos regionales. Muchos locales se encuentran dentro de lo que fueron "conventillos", lugar donde vivían los inmigrantes italianos en el siglo XIX.
Además, hay parrillas y restaurantes para degustar comida argentina. A eso se le suma que, a cada paso, hay bailarines de tango poniéndole música e identidad a nuestro paseo por La Boca.
La Boca pasó de ser una zona portuaria, obrera e industrial, ubicada en la desembocadura de uno de los numerosos riachuelos que atravesaban Buenos Aires, a un sitio turístico y lleno de historia.
2. Barrio Chino
Ubicado en el barrio de Belgrano, tiene una identidad marcadamente oriental. Se definió así gracias a una oleada inmigratoria que llegó durante la década de 1980, en la que se establecieron muchas familias de inmigrantes asiáticos, principalmente de Taiwán.
Lo más recomendable para una visita al Barrio Chino es ingresar por el imponente arco de acceso, ubicado en la intersección de las calles Juramento y Arribeños. El recorrido invita a sumergirse en el mundo oriental. Es un paseo peatonal, que invita a conocer un poco más sobre la cultura. Hay desde restaurantes hasta comercios para comprar productos típicamente chinos y también ingredientes para la cocina.
Los olores, las fachadas y las personas realmente sumergen al visitante en un viaje por la mitad oriental del globo.
3. San Telmo
Es uno de los barrios más antiguos y tradicionales. En sus calles estrechas y adoquinadas, antigüedades, espacios culturales y propuestas gastronómicas son las protagonistas.
El barrio es amplio y dentro del mismo, se pueden realizar varios paseos. El paseo de la historieta, el pasaje San Lorenzo, el Viejo Almacén, el Zanjón de Granados, la Casa Mínima, el Pasaje Defensa y la Plaza Dorrego, son sólo algunos de los sitios que se pueden visitar en San Telmo y que permiten conocer un poco más de la historia de este barrio, fundamental para la configuración actual de la ciudad.
Todas las visitas terminan en el famoso Mercado de San Telmo. Inaugurado en 1897, nació con el objetivo de abastecer a la nueva ola de inmigrantes europeos que llegaba a la Ciudad, y se convirtió en un polo gastronómico imperdible. Su oferta es muy amplia. Hay locales para sentarse a comer y también puestos para comprar insumos y cocinar en casa. Un lugar ideal para probar y adquirir cosas diferentes.
4. Plaza de Mayo
Es uno de los imperdibles y hay que ir al menos una vez, ya que, además de ser la plaza más antigua de Buenos Aires, fue y sigue siendo escenario de importantes sucesos históricos y políticos.
La Plaza de Mayo es hermosa en sí misma, pero además, la rodean otras construcciones muy vistosas. Bordeando la Plaza se ubican varios edificios históricos y gubernamentales muy importantes: el Cabildo, la Catedral Metropolitana, la Casa de Gobierno (conocida también como Casa Rosada), el Palacio del Gobierno de la Ciudad, bancos y ministerios.
5. Congreso de la Nación
Muy cerquita de Plaza de Mayo, se encuentra otro de los reductos fundamentales de nuestra historia. El edificio del Congreso de la Nación es grande e imponente. Fue inaugurado en 1906 y terminado en 1946, pero durante esos años ya se votaban allí las leyes de los argentinos.
Su cúpula, de 80 metros de alto, es una de las más grandes de la Ciudad. El estilo corresponde al alto academicismo italiano de fines del siglo XIX. El edificio está íntegramente revestido en piedra caliza gris, con basamento de granito.
6. Jardín Botánico
Un pulmón verde en medio de la ciudad. El Jardín Botánico tiene siete hectáreas, de las cuales cinco están destinadas a la flora argentina y, las otras dos, a especies de los bosques templados de los cinco continentes.
Tiene cinco circuitos temáticos autoguiados para recorrerlo: sendero “Obras de arte”, sendero “Los reyes del Jardín”, sendero “Flora nativa”, sendero “Árboles de mi ciudad”, sendero “Etnobotánico”.
Además, cuenta con una biblioteca de botánica, tres jardines de estilo (uno francés, uno romano y uno oriental), un herbario, cinco invernaderos, un jardín de mariposas, una gran colección de esculturas y una casona de estilo inglés, en la que se realizan muestras de arte temporarias y talleres.
De entrada libre y gratuita, es un lugar ideal para un rato de paz en medio del caos de la ciudad. Hay bancos para sentarse a lo largo del recorrido.
7. Obelisco
Erigido sobre la 9 de julio, es el mayor emblema de la Ciudad de Buenos Aires. Fue inaugurado en el año 1936 como homenaje al cuarto centenario de la primera fundación de Buenos Aires. Este monumento se levantó en el mismo lugar donde fue izada la bandera nacional por primera vez en la Ciudad.
Mide 67,5 metros de largo. Su base es de 6,8 metros por lado. El ingreso y ascenso a la punta sólo se habilitan en situaciones especiales. Arriba, hay cuatro miradores desde los que se obtiene una vista única de la Ciudad de Buenos Aires. Para llegar, hay que subir 206 escalones.
Quienes visiten Buenos Aires, no pueden dejar de sacarse una foto en este icónico y característico monumento.
8. Bosques de Palermo
Es el pulmón verde más grande de la ciudad. Sus bosques, sus cuatro lagos, sus 29 plazas y los diferentes paseos se extienden a lo largo de 370 hectáreas del barrio de Palermo.
Dentro del predio, hay áreas de acceso libre y gratuito, que ocupan la mayor porción del Parque, como son las plazas, los paseos y el Rosedal.
Es ideal para pasar el día o ir a pasear y descansar. También para correr o hacer actividad física en la estaciones destinadas a tal fin. Se puede hacer un picnic debajo de sus frondosas arboledas o frente a sus lagos.
También se puede comprar la entrada para explorar el Planetario, al Museo Sívori o el Jardín Japonés, Tres sitios que también son icónicos en la Ciudad de Buenos Aires.
9. Cementerio de la Recoleta
Se encuentra ubicado en el exclusivo barrio de la Recoleta. Es uno de los más visitados de la ciudad, porque en su interior descansan en numerosos e imponentes mausoleos y bóvedas, los restos de importantes figuras argentinas.
Además de su valor histórico, merece una visita por su valor arquitectónico. Es una muestra de los tiempos en que el país era una potencia económica emergente y las principales familias de la ciudad competían por construir lo más imponentes panteones.
10. Floralis Genérica
Esta imponente escultura de 20 metros de alto, se abre y cierra según la luz solar que reciba. Es la primera escultura en movimiento controlada por un sistema hidráulico.
Es de acero inoxidable y pesa 18 toneladas. Es una escultura muy icónica, situada al lado de la Facultad de Derecho en el coqueto barrio de la Recoleta.
Además de obtener una foto, se puede aprovechar el espacio verde para sentarse a disfrutar un picnic, unos mates o simplemente una charla al aire libre.
