Bety Arslanian es una cordobesa que desde hace cinco años vive en Ereván, la capital de Armenia. En los últimos días, su vida y la de toda la sociedad armenia se vio sacudida por el brutal conflicto territorial con ataques de Azerbaiyán por la región separatista de Nagorno Karabaj.
"Esto afectó la vida cotidiana de todos los habitantes, tanto de Armenia como de Artsaj (la zona en disputa). Estos últimos enfrentamientos y ataques de Azerbaiyán afectaron a la población civil. La capital de Artsaj está siendo bombardeada desde el primer día del conflicto, el domingo", explicó.
/Inicio Código Embebido/
/Fin Código Embebido/
Arslanian relató que las autoridades ordenaron desalojar la ciudad atacada, como así también otros pueblos, por lo que varias familias llegaron al lugar donde reside en calidad de refugiados.
Sobre la repercusión en la sociedad, describió: "Los ciudadanos canalizan su preocupación y atención en campañas que dan cuenta del compromiso con el ejército armenio y con esas tierras. Hicieron colectas de elementos de higiene y frazadas para refugiados. Desde el comienzo hay una campaña de donación de sangre".
/Inicio Código Embebido/
/Fin Código Embebido/
Los ciudadanos armenios canalizan su atención en campañas de ayuda
La joven relató que la guerra y las consecuencias de los ataques son parte de una realidad íntima de las familias, ya que en "todas hay algún miembro que es parte de las tropas" o voluntario en las fronteras.
A su vez, habló de la historia reciente del conflicto: "Las violaciones al cese de fuego fueron incontables por parte de Azerbaiyán. En 2016 la guerra de los cuatro días tuvo una escalda de violencia muy grande. En julio, en pleno pico de la pandemia aquí, atacaron otra de las regiones de Armenia, no sólo el territorio en disputa".
Apuntó que siempre ocurren los ataques, con mayor o menor escalada, pero que este "no tuvo precedentes en los últimos años". Añadió que utilizan "toda su artillería" y que también "está la población civil como objetivo, lo que es sumamente alarmante".
La población civil está como objetivo, es alarmante
Betty contó que en Armenia residen actualmente alrededor de 100 argentinos, que realizan diferentes actividades, como proyectos privados o estatales. Por el conflicto, están en constante comunicación con la Embajada Argentina.
La pandemia de coronavirus atravesó a Armenia gran parte del año. Dictaron un estado de emergencia el 16 de marzo, con una cuarentena rígida por 20 días y de a poco fueron flexibilizando medidas, puntualizó la joven. El país registró cerca de 53 mil casos y más de 900 muertes.
El origen del conflicto
Jorge Castro, analista internacional, explicó a Cadena 3 que en 1991, cuando cayó la Unión Soviética, entre dos de las tres repúblicas socialistas soviéticas creadas por Joseph Stalin se inició una guerra que provocó 33 mil muertos en menos de cuatro años de combate.
"Por decisión del régimen de Stalin, en 1936 se creó dentro de la soberanía de Azerbaiyán una región autónoma, donde la mayoría de la población era armenia. Armenia es un país de religión cristiana y de larga historia", amplió.
A su vez, apuntó que Azerbaiyán tiene un mayor poderío económico, ya que su capital, Bakú, "ha sido tradicionalmente el centro petrolero del Cáucaso".
El Gobierno de Armenia acusó este martes a su histórico rival, Turquía, de ser responsable de la actual guerra que combate con Azerbaiyán en la región separatista armenia Nagorno Karabaj, un conflicto que ya lleva diez días, cientos de muertos y ha desatado numerosos e infructuosos llamados internacionales a una tregua.
Ganyá, una de las zonas afectadas.
En una entrevista con la agencia de noticias AFP, el primer ministro armenio, Nikol Pashinian, aseguró que "sin el compromiso activo de Turquía, esta guerra no hubiera empezado" y se mostró confiado en que "si la situación lo exige, Rusia cumplirá con sus obligaciones", como su aliado militar.
Nagorno Karabaj es un territorio azerbaiyano poblado mayoritariamente por armenios que proclamó su independencia en 1991, lo que desató una guerra que se saldó con 30.000 muertos, un alto el fuego y un conflicto congelado en el que ningún Estado miembro de la ONU reconoció a la nueva república separatista.
Los enfrentamientos que estallaron el 27 de septiembre produjeron una de las crisis más graves, si no la más, desde el alto el fuego de 1994, que hace temer una guerra abierta entre estas dos antiguas repúblicas soviéticas.
En estos diez días de combates, el balance de 265 muertos sigue siendo muy parcial, puesto que Azerbaiyán no anunció pérdidas militares, y entre los civiles, dio cuenta de 46 decesos. Karabaj informó de 219 militares y 19 civiles muertos.
Entrevistas de Alejandro Bustos.
