Dos cordobeses, varados en un crucero que se volvió cárcel

Dos hermanos cordobeses, que se encuentran varados en un crucero en Portugal desde hace 40 días, hicieron un desesperado llamado de ayuda para regresar a Argentina.

Se trata de Bruno y Luciano Giovos, quienes trabajan como músicos en un barco de la empresa MSC Cruceros y viven, desde hace un mes, encerrados en un camarote del que no pueden salir en ningún momento.

En diálogo con Cadena 3, Bruno, de 30 años, contó que la situación que les toca atravesar es “desesperante”, porque no avizoran una luz al final del túnel.

“Lo más triste es que no tenemos ninguna información sobe ningún vuelo de regreso. Somos más de 300 argentinos varados en Portugal, pero en el barco somos nueve. La situación es desesperante, porque pareciera que no estamos en los planes de nadie, cuando vemos que hay tantos vuelos de repatriación”, se lamentó.

En el crucero, que se terminó convirtiendo en cárcel, quedan en la actualidad aproximadamente 400 personas, de 30 nacionalidades, de un total de poco más de mil tripulantes, la mayoría de los cuales fue regresando a sus países.

“Lo más grave es que estamos encerrados dentro de los camarotes. Por una cuestión sanitaria y de precaución, estamos encerrados en las habitaciones de los barcos, pero eso perjudica nuestra salud mental. Llevamos casi un mes en esta situación”, continuó.

“Afortunadamente, estamos bien de salud, pero nos sentimos perjudicados psicológicamente. Habitaciones de seis metros de largo por tres de ancho y no vemos ninguna esperanza de regreso cercano”, añadió.

“Ni el Consulado argentino en Lisboa ni Cancillería nos dan información, por eso estamos recurriendo a los medios para que nos tengan en cuenta. Es increíble no poder volver al país de uno”, se quejó.

Los Giovos pretenden volver a la ciudad de Carlos Paz, donde vive su madre y otro hermano, mellizo de Luciano.

“Lo que estamos viviendo es tremendo. Uno se imagina al crucero como privilegio, vida de lujo y nada que ver. La estamos pasando peor que la gente que está en Portugal fuera del barco. Ellos pueden ir al supermercado o caminar una vuelta a la manzana. Es uno de los países menos riesgosos. Por eso, es ilógico que no manden un vuelo de repatriación”, subrayó Bruno Giovos.

Por último, remarcó: “Es muy duro psicológicamente. Estamos bien de salud, nos encontramos en condiciones de volver y hacer la cuarentena correspondiente. Lo único que estamos pidiendo es volver a casa”.

Informe de Alejandro Bustos.