¿Por qué eligió esa ruta el gendarme arrestado en Venezuela?

Carolina Amoroso

Este martes Javier Milei pidió la urgente liberación de Nahuel Gallo, el gendarme argentino retenido en Venezuela por el régimen de Maduro, mientras que desde el gobierno venezolano se habla de un plan terrorista relacionado con su ingreso al país.

Gallo ingresó a Venezuela por una vía regular, cruzando el puente Francisco de Paula Santander. A pesar de que la frontera es porosa y hay pasos clandestinos, él presentó la documentación requerida por el gobierno venezolano. 

El gendarme viajaba por motivos familiares, ya que su esposa había viajado previamente con su hijo. 

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Al llegar, Gallo fue detenido por agentes de la Policía Nacional Bolivariana. Luego de ser interrogado, le confiscaron su teléfono, algo irregular en cualquier país que respete los derechos humanos. En su teléfono, encontraron un mensaje sobre la realidad política de Venezuela, lo que lleva a su traslado a la DGCIM, una fuerza policial temida en el país. 

Esto lo coloca en una situación de desaparición forzada, ya que su familia no tiene información precisa sobre su paradero.

Diosdado Cabello, ministro del Interior, cuestiona la intención de Gallo al ingresar al país, sugiriendo que su viaje podría estar relacionado con espionaje o terrorismo. 

A su vez, cabe decir que podría haber una imputación formal en los próximos días, lo que refleja el uso del sistema judicial como herramienta de represión por parte del régimen.

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Es importante resaltar que, bajo ninguna circunstancia, un ciudadano extranjero, y especialmente un argentino, debería viajar a Venezuela en la actualidad. 

La experiencia de Gallo demuestra que los extranjeros son utilizados como fichas de canje y extorsión por un régimen cada vez más aislado. Esta situación se traduce en detenciones ilegales y secuestros, lo que pone en riesgo a cualquier visitante.

Se cree que Gallo está en el helicoide, un lugar conocido por sus condiciones inhumanas, comparado con la ESMA en Argentina. Este no es un simple cruce político, sino una dictadura dispuesta a desatar una ola represiva. La frontera donde Gallo ingresó es especialmente peligrosa, con grupos narcotraficantes y agentes de inteligencia infiltrados.

La exhortación es clara: nadie debe viajar a Venezuela. La situación es crítica y la presión internacional para la liberación de Gallo podría extenderse por un tiempo.