"Si uno quiere conocer a las parejas y a las personas de la pareja, tiene que preguntar por el dinero o por el sexo", manifestó el sexólogo.
"Ahí es donde uno conoce la personalidad, es como una resonancia que nos muestra cómo es esa persona: si le gusta dar, si da de más, o si es avara y por ahí tiene miedo de dar", indicó.
En este sentido, expuso que "el mayor causal de divorcio es la infidelidad, pero el segundo es el manejo financiero, porque es bastante complicado".
Y aseguró que "la historia de cada uno" tiene influencia en su relación con el dinero de adulto.
"Cada uno viene con sus historias y sus maneras y las distintas formas en las que uno se vinculó con el dinero y cuando nos encontramos con otra persona es todo un desafío congeniar esas formas", explicó.
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Mientras algunos prefieren vivir en el día a día, otros prefieren proyectar y ahorrar para el futuro, y lo que puede ser un gasto insignificante para uno a lo mejor para el otro es impensado.
Al respecto, el sexólogo dijo que "no hay una solución única para esto, sino que cada pareja tiene que encontrar su forma, cuál es para ellos la mejor manera de funcionar".
"Una forma donde ninguno de los dos se sienta sometido al otro, o como que trabaja más o que gasta más que el otro. O que uno tiene que pedir permiso para usar el dinero, a pesar de que los dos trabajan", ejemplificó.
En este sentido, resaltó que muchas veces no se reconoce el trabajo doméstico o no renumerado como trabajo. "Muchas veces son trabajos mucho más intensos que estar en una oficina frente a una computadora", agregó.
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"Cuando ninguno de los dos se siente sometido o en deuda, se vuelve interesante el vínculo, porque realmente sentimos que somos una pareja, que viene de la palabra parejo", manifestó.
Quién invita: el hombre o la mujer
El sexólogo resaltó que se trata siempre de "un arreglo de las dos partes". "Uno puede ser generoso de la misma forma que lo puede ser con un amigo y decir 'esta vez invito yo' y no sentir que debe hacerlo 'por ser hombre', por ejemplo, sino desde un lugar genuino de atención", explicó.
Y cuestionó: "Hay que ver también si los hombres nos dejamos invitar, si dejamos que alguien que estamos conociendo o una amiga pague la cuenta".
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Por qué algunos hombres resienten que la mujer gane más
"El dinero tiene que ver con el poder, no tiene que ver solo con los permisos o los 'no te dejo', sino que se relaciona el poder entregar, poder recibir, generar deuda, entre otras cosas", explicó Mauricio Strugo a Cadena 3.
"A veces inconscientemente la deuda del dinero se cobra desde otros lugares, y puede hasta repercutir en la sexualidad: como no me das dinero, no quiero que tengamos relaciones", contó.
Y agregó: "Entendiendo que todo trabajo vale, aún el no renumerado, que también es trabajo".
"Los hombres, al ver que las mujeres ganan más, puede pasar que les peque en el ego masculino, en la virilidad. Muchas veces no sabemos como manejarlo y nos ponemos agresivos o nos violentamos, cuando en realidad los dos ponen lo mejor que puede poner de cada uno y no es solo por el lado económico", indicó.
"Lo importante es que los dos sientan que ambos están haciendo el esfuerzo", manifestó.
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Qué ocurre con la "infidelidad económica"
El psicólogo reconoció que "es muy común, sobre todo en los hombres, el famoso ''canuto'', es decir, esconder plata y no ser sinceros respecto a las ganancias, por si se separan o para algún gasto que no se quiera compartir".
"La verdad es que si somos infieles, es porque no estamos pudiendo generar un vínculo de confianza", dijo sobre el polémico tema.
"Uno tiene que poder ser transparente, y decir ''che mira, quiero tener este ahorro aparte de mi plata, vos también podes hacer lo mismo''", indicó.
Y resaltó: "La comunicación y la sinceridad son claves, no quedarse callado, soportando, porque si estamos en un nivel de tolerancia bajo, vamos a terminar reaccionando".
E indicó que lo mismo ocurre con el celular: "Si tengo algo oculto, es porque no estoy eligiendo a esa pareja, y si no hay confianza no se puede construir nada para arriba".
Entrevista de Una mañana para todos.
