Se incrementan las consultas y licencias por problemas psicológicos de docentes por balaceras frente a escuelas

En los últimos meses, el Área Médica de Salud Laboral y legal de Amsafe Rosario ha observado un preocupante aumento en las consultas por trastornos de ansiedad, neurosis fóbica, insomnios y episodios depresivos, según informaron desde el gremio docente.

Estos trastornos afectan principalmente a los trabajadores docentes de los niveles inicial y primario, y en menor medida secundaria. Las consultas están relacionadas con diversas situaciones vinculadas a amenazas indirectas, como balaceras cerca de las escuelas, cartas amenazantes, pintadas y mensajes telefónicos, así como amenazas verbales directas, a menudo de naturaleza sugestiva, provenientes de familias relacionadas con el narcotráfico o la criminalidad organizada.

"La situación que atravesó la escuela Netri, ubicada en el barrio 7 de Septiembre, refleja lo que está sucediendo en general", señaló Juan Pablo Cassiello, secretario gremial de Amsafe Rosario, al móvil de Cadena 3 Rosario, apenas horas antes de que una nena de 6 años fuera baleada a la salida de la escuela José Ortolani, en Empalme Graneros.

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

Doble angustia. "Nos encontramos ante dos problemas principales. Por un lado, estas situaciones de violencia que afectan a los docentes y, por otro lado, la falta de respaldo y apoyo por parte de las autoridades políticas, como el gobierno provincial y los ministerios de educación y seguridad".

Pedido. "Es fundamental contar con dispositivos y respuestas claras por parte de las autoridades para proteger y respaldar a nuestros compañeros en estas situaciones. Actualmente, la autoridad simplemente sugiere tomar licencia, lo cual genera preocupación y angustia en los docentes".

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

Ausentismo. “Muchos docentes van en búsqueda de ayuda psicológica, por ejemplo, tienen que terminar accediendo a alguna licencia y después eso genera otro tipo de problemáticas dentro de la escuela para poder garantizar que haya alguien preocupe ese puesto”.

Los estudiantes también. “Muchas veces, la propia dinámica del barrio, a veces muy conflictiva, hace que esté la escuela abierta y cada docente esperando a su curso, pero la cantidad de alumnos baja. Las familias, prefieren que el pobre chico no vaya a la escuela por el riesgo que eso implica”.