Lidia Mamaní, tres décadas de trabajo junto a los chorotes

Lidia Mamaní, directora de la escuela 4171 de localidad de La Merced en el Chaco salteño, visitó los estudios de Cadena 3 y destacó la labor bilingüe e intercultural que realizan en la zona con los jóvenes de la etnia chorote. Se mostró esperanzada con la asunción de Rodolfo Nerón, el primer intendente wichí de Santa Victoria Este.

"Llevo 32 años en la escuela de La Merced en Santa Victoria Este. Tenía 22 años cuando empecé. Tuve que aprender la lengua chorote, palabras y frases fundamentales para comunicarme. En esa época hablaban su lengua materna y nada de castellano. Hoy en día son bilingües desde los 4 años", comparó.

Hoy en día son bilingües desde los 4 años

Mamaní destacó que en la escuela ahora llamada Cultura Nativa en honor a los aportes de la fundación que preside Jorge Rojas y sus hermanos trabajan auxiliares bilingües que colaboran con los docentes e intervienen cuando ven que los chicos no asimilan el conocimiento.

También valoró el aporte de la Fundación Cultura Nativa con el centro médico que funciona en la zona. Es en ese marco que opinó acerca de las seis muertes de niños wichís en lo que va del año que derivaron en la declaración de la emergencia sociosanitaria por parte del Gobierno salteño.

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"Hay que analizar a fondo qué está pasando, cuáles son las otras causas por las que pasa esto. Hay un choque de culturas, eso hay que trabajarlo, ver por qué las familias no se acercan a los centros médicos", consideró.

Y expresó: "Es triste ver imágenes de niños que mueren por desnutrición, deshidratación, a eso se llega con el tiempo. En la cadena de responsables, entre los que estamos médicos y docentes, hay que ver dónde está el problema".

Sin embargo, subrayó que en la zona en la que está no hay chorotes desnutridos y se mostró esperanzada ante la asunción del intendente Rogelio Nerón en Santa Victoria Este, el primero de la comunidad wichi.

Hay un choque de culturas, eso hay que trabajarlo, ver por qué las familias no se acercan a los centros médicos

En ese sentido, remarcó: "Tengo la esperanza de que va a encarar esta situación de otra manera, pensando lo mejor. El vivió la realidad de su gente, sufrió necesidades, padeció la ausencia de médicos e infraestructura".

"Hay que respetar sus culturas y costumbres (debido a que también trabajan curanderos locales). Nosostros promocionamos la salud, que había médicos, e iban. Perder la vida por una tuberculosis o una infección urinaria no tenía sentido", agregó.