Llevar la primacía de la Iglesia a Santiago del Estero, reparación e inclusión

Alberto Roselli

En una decisión histórica, el papa Francisco decidió trasladar la sede primada de la Iglesia Católica en Argentina desde Buenos Aires a Santiago del Estero. 

Se trata de una jurisdicción dentro de la Iglesia, que normalmente corresponde a un país lleno de diócesis.

De todas las diócesis en un país, hay algunas que tienen más importancia que otras y una de éstas se considera primada. 

Esto puede ser porque fue la primera diócesis establecida en ese país o porque está ubicada en la capital del mismo.

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En el caso argentino, la primera diócesis fue creada en Córdoba del Tucumán, pero su obispo residía físicamente en Santiago del Estero. 

Esto ocurrió alrededor del año 1580 y, desde entonces, se han creado muchas otras diócesis, como las de Córdoba y Buenos Aires.

Sin embargo, desde 1936, Roma designó a Buenos Aires como sede primada debido a su antigüedad como arquidiócesis y su estatus como capital.

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Pero ahora el papa Francisco le devuelve este título simbólico a Santiago del Estero por dos razones principales: reparación histórica e inclusión social.

Por un lado, tenemos el aspecto histórico: Santiago del Estero fue la primera ciudad que existió en el territorio que hoy es Argentina y fue allí donde se radicó la primera diócesis. Por lo tanto, otorgarle nuevamente el título de sede primada es una forma de reconocer su importancia histórica.

Por otro lado, está el aspecto social. Francisco ha estado promoviendo una visión de la Iglesia más abierta y preocupada por los pobres. 

Santiago del Estero es uno de los lugares más pobres del país y, al otorgarle este título simbólico, el Papa está enviando un mensaje claro: la Iglesia debe estar con los más necesitados.

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En resumen, esta decisión no cambiará en nada el funcionamiento práctico de la Iglesia en Argentina, ya que se trata sólo de un título simbólico.

Sin embargo, tiene un gran significado a nivel histórico y social y refleja claramente las prioridades del actual Papa.