El problema no es el intervencionismo total en la yerba mate, sino que las intervenciones se contradicen entre sí. Un ejemplo de cómo la economía termina siendo un psiquiátrico a cielo abierto.
Feletti está pasando de la ilusión inicial de fijar él los precios a la ilusión de consensuarlos, en una especie de asamblea masiva.
Va a estar para alquilar balcones. Si es que conseguimos lugar, porque ese anfiteatro va a estar hasta las manos.
El Ministerio de Turismo y la industria turística están embalados y quieren que su privilegio fiscal sea para siempre. Pero... ¿por qué ya que es tan lindo para el turismo no lo hacemos para todos?
El voto de Centralia se aleja cada vez más del populismo. Pero lo más sorprendente, tal vez, se esté cocinando en el interior de la Provincia de Buenos Aires.
A los alimentos hay que congelarles el precio porque está concentrada la producción, dice Feletti. ¿A los remedios hay que congelarlos porque está concentrado su consumo?
El gobierno exige a los almaceneros precios máximos. Ahora los gremios de Aerolíneas Argentinas quieren exigirles a las demás aerolíneas precios... mínimos. Nada les alcanza.
Mientras Fernández está en la Cumbre del Clima, su gobierno presenta el plan 2030. Prometemos consumir menos de crudo y más gas. Es como pedir pizza en lugar de choripán para adelgazar.
Esotéricos y atrasados, apelamos cada vez más a la brujería, la magia, para entender la inflación. Queremos bajar los precios con hechizos y maleficios. Pero ni en Cuba pueden creer ya en todo eso.
Alberto es como el padre de una familia en la que pocos trabajan. Gasta todo el ingreso y revienta la tarjeta. Como no le alcanza, fotocopia billetes. Y culpa al almacenero que no le recibe la plata.
Los que armaron la grotesca discriminación de subsidios a favor del Amba fueron los K. Macri intentó en parte reducirla, a un alto costo político. Y Alberto Fernández revirtió aquel esfuerzo.
Por primera vez se imponen legalmente tanto precios como la obligación de producir alimentos. Lo que viene es apriete de empresas. Y después viene recular o... radicalizarse.
A los fueguinos los vamos a seguir subsidiando para que "sustituyan" importaciones. Y a los santacruceños los vamos a subsidiar para que importen a rolete. ¿Quién subsidia a Islandia?
“¿Puede ser que se firme antes de marzo?”, se le preguntó al equipo de Guzmán anoche en la embajada argentina en Washington. “Todo puede ser” fue la ambigua respuesta.
Para Argentina, la cumbre de 5 días entre el FMI y el BM duró apenas 2. Sin goles. Manzur precalentó sin sentido. Empresas ruegan salir del desorden macro, el cortoplacismo y la desconfianza.
La empresa privada bajo fuego. Prohíben vender un monopolio acusándolo de ser... un monopolio. Más exigencias y más poder a los gremios para apretar empresas en blanco en el país del 40% en negro.
Cuando el precio mundial de los alimentos sube, al agro lo castigamos con la excusa de abaratar los precios internos. Cuando el precio mundial de la energía sube subsidiamos a todos menos al campo.
La propuesta de "nacionalizar" depósitos atragantó a más de uno. Todo puede suceder con un Estado hiperendeudado en el país del ahorro forzoso, del plan Bónex y del corralón.
¿Cómo que el gobierno no tenía plan? Es el plan de dios. Por eso Manzur se encomendó al señor. ¿Qué dirá el plan celestial sobre el salario? ¿Habrá pagadios? La opción era la astrología de Tolosa.
Vuelve el capricho anticonstitucional de obligar a vender a ciertos precios. Una legisladora exige clausurar. Su sueldo este año subió más que la canasta del Indec. Y también hay que pagarlo.
La pretensión argentina de “vivir con lo nuestro”, cerrados al mundo, es una fábula del pasado. Pero la seguimos creyendo. Los socios del Mercosur están hartos de avisarnos.
Es donde prevalece el empleo privado. Que fue el que perdió puestos por la pandemia. Con menos empleo público y menos subsidiados, no queda otra que buscar un trabajo. Y eso sube la tasa de actividad.
Schiaretti pide bajar de a poco las retenciones al agro. Este año a la economía cordobesa le extraerán $270 mil millones: 7 sueldos de los casi 500 mil trabajadores cordobeses en blanco.
Ya no queda a quién regalarle una jubilación. Así que van a jubilar a gente que está en plena edad laboral. Y les van a pagar... con el ajuste que les hicieron hacer a los más viejos.
El país que siempre cree que los demás le deben algo pide que le descuenten deuda por cuidar su propio clima. Deuda que en parte tomó por ultrasubsidiar el consumo irracional de un combustible fósil.
Tamse viene bajando su déficit real. Aún así, con todos los subsidios que recibe y otros contratos que le da la Muni -que además le paga los colectivos- le faltan 12 millones al mes.
La municipalidad de Río Cuarto deberá contratar a personas LGBT en dos años, las necesite o no. Qué pasa en otros lados donde se busca una inclusión con empleos de verdad.
Molinos Cañuelas va a concurso preventivo por falta de crédito siendo parte de un sector que en la última década ingresó al Banco Central 384 mil millones de dólares.
La prórroga del cepo a la carne muestra que los funcionarios son apenas prestanombres. Están ahí para justificar que Máximo Kirchner juegue -también- al campito. Con las vacas ajenas.
El gobierno infla consumidores inactivos con sueldos estatales y subsidios. Y a la vez aniquila a impuestazos a los que producen algo. Es la receta infalible de la inflación y la pobreza.
La Anses reconocerá años de aporte a mujeres según los hijos que tuvieron. Lo justifica en la desigualdad laboral. Pero... es por eso que ya se jubilan 5 años antes que los varones.
La factura promedio en un mes como abril está en $1.220. Pero a capitalinos y habitantes de 12 departamentos nos rebajarán un extra con la excusa del frío.
La inflación tiene los días contados: ya miden cuánto lugar hay en cada góndola para cada marca de polenta. Sugerencia: prohíban la exportación de albañiles.
Ahora culpan a la suba mundial de los granos. Entre 2011 y 2015 los granos bajaban y la inflación se triplicó. En Brasil, Uruguay, Paraguay, la inflación es muy inferior.