Controversia en Francia por la decisión de ondear banderas a media asta tras el fallecimiento del papa Francisco
La muerte del papa Francisco generó reacciones en Francia, donde la laicidad es fundamental. La oposición cuestionó la decisión del gobierno, que ordenó banderas a media asta en edificios públicos.
23/04/2025 | 11:20Redacción Cadena 3
La decisión del primer ministro francés, François Bayrou, de izar banderas a media asta en reconocimiento a la muerte del papa Francisco ha desatado una intensa controversia en la nación. La medida fue anunciada por su oficina, resaltando que las banderas ondearían a media asta el día del funeral del pontífice, lo que fue interpretado como un homenaje a una figura de gran relevancia.
Sin embargo, esta medida no fue bien recibida por todos los sectores políticos. El diputado de izquierda Alexis Corbière, quien forma parte del partido La Francia Insumisa, se manifestó en contra de la decisión, afirmando que el laicismo debe ser un principio firme. "Es inaceptable que se honre a una autoridad religiosa de esta manera, y no con las mismas consideraciones para otras confesiones cuando se da una situación similar", argumentó Corbière, recordando que si el Dalai Lama falleciera, no se tomarían medidas similares.
Por su parte, Pierre Ouzoulias, senador del Partido Comunista, describió la decisión como "vergonzosa para nuestra República laica". En sus declaraciones, Ouzoulias expresó que, independientemente de las opiniones sobre el papa Francisco, la tradición laica de Francia debería prevalecer, afirmando que "el Estado debe permanecer en su ámbito, y la Iglesia en el de ella".
Matthias Tavel, otro diputado de La Francia Insumisa, coincidió con esta postura, reprochando que el homenaje brindado al jefe de la Iglesia católica no representa los valores de la República. Tavel sostuvo que la decisión contradice la esencia de la laicidad, principio fundamental en la actitud del Estado frente a la religión.
RFI subrayó que la actual posición del primer ministro Bayrou contrasta con su postura en 2005, cuando se opuso a izar banderas a media asta tras la muerte del papa Juan Pablo II. En aquel entonces, Bayrou argumentó que tal medida no correspondía a la necesidad de distinguir entre las convicciones espirituales y las decisiones políticas, según se destacó en un artículo de Le Monde. Ahora, se enfrenta a un dilema similar que ha revitalizado el debate sobre la relación entre el Estado y las religiones en Francia.




