Cory Booker hace historia con un discurso de 25 horas en el Senado de EE.UU.
El senador demócrata, que dedicó ese tiempo para criticar las políticas de Donald Trump, no fue al baño y había dejado de beber agua para evitar necesidades.
02/04/2025 | 12:25Redacción Cadena 3
El senador demócrata por Nueva Jersey, Cory Booker, entró en los anales de la historia legislativa estadounidense al pronunciar un discurso récord de 25 horas y 5 minutos en el Senado, entre el lunes 31 de marzo y el martes 1 de abril de 2025.
Este maratón oratorio, el más largo jamás registrado en la cámara alta, superó la marca previa de 24 horas y 18 minutos establecida en 1957 por el segregacionista Strom Thurmond.
Booker, de 55 años, utilizó esta hazaña para protestar contra las políticas del presidente Donald Trump, en lo que describió como un momento de "crisis" para la nación.
Preparativos bajo presión
El discurso no fue un acto improvisado. Durante una semana previa, el equipo de Booker trabajó contrarreloj, llenando 15 carpetas con 1,164 páginas de material preparado.
Según fuentes cercanas, sus asistentes describieron un "temor persistente" mientras recopilaban cartas de constituyentes, datos sobre recortes federales y referencias históricas, conscientes de que estaban armando el contenido para un evento sin precedentes.
/Inicio Código Embebido/
/Fin Código Embebido/
"No sabíamos cuánto tiempo podría resistir, pero queríamos asegurarnos de que tuviera suficiente para seguir adelante", confesó un miembro del staff a la prensa.
Booker, por su parte, se preparó físicamente: ayunó desde el viernes y dejó de beber agua el domingo para minimizar las "urgencias biológicas" durante su intervención, una estrategia que, aunque efectiva, le causó calambres musculares hacia el final.
Contenido y propósito
Desde las 7:00 p.m. del lunes, Booker tomó el podio con la intención de "disrupir el negocio normal del Senado mientras fuera físicamente capaz".
Su discurso abarcó una amplia gama de críticas a la administración Trump, enfocándose en recortes a programas como Medicaid, Medicare y Seguridad Social, así como en políticas de inmigración, educación pública, salud y seguridad nacional.
Leyó cartas de ciudadanos afectados, como una de un votante con Parkinson que temía perder beneficios, y denunció lo que llamó un "ataque temerario" a las instituciones democráticas, incluyendo los recortes burocráticos impulsados por el asesor de Trump, Elon Musk, a través del Departamento de Eficiencia Gubernamental.
Booker enmarcó su intervención como un acto moral, no partidista, citando al ícono de los derechos civiles John Lewis: "Es hora de meternos en problemas buenos y necesarios". Superar el récord de Thurmond, quien habló contra la Ley de Derechos Civiles de 1957, tuvo un significado especial para Booker, el primer senador negro de Nueva Jersey.
"Siempre me molestó que el discurso más largo fuera de alguien que intentó detener derechos como los míos", dijo tras concluir.
Desarrollo y apoyo
Bajo las reglas del Senado, Booker debía permanecer de pie y hablar continuamente para retener el control del pleno, una exigencia física que enfrentó sin silla –retirada por un asistente para evitar la tentación de sentarse– y sin pausas para ir al baño.
Sus colegas demócratas, como Chris Murphy, Chuck Schumer y Elizabeth Warren, lo apoyaron turnándose para hacerle preguntas, dándole breves descansos vocales mientras mantenía el control del debate.
A las 7:19 p.m. del martes, al superar a Thurmond, el hemiciclo estalló en aplausos, con Schumer destacando: "¿Sabes lo orgullosa que está América de ti?".
El discurso, transmitido en vivo por plataformas como TikTok –donde acumuló más de 350 millones de "me gusta"–, resonó con una audiencia frustrada por la agenda de Trump. Más de 28,000 mensajes de apoyo llegaron a la oficina de Booker, reflejando el impacto de su mensaje.
Reacciones y legado
La Casa Blanca desestimó el esfuerzo como un "momento Spartacus" fallido, aludiendo a un episodio de 2018 cuando Booker desafió normas durante la confirmación de Brett Kavanaugh.
Sin embargo, para los demócratas, fue un símbolo de resistencia. "Esto es lo que significa luchar", afirmó la senadora Amy Klobuchar. Organizaciones como el NAACP elogiaron su valentía, instando a otros legisladores a usar las herramientas constitucionales contra Trump.
Con solo dos vasos de agua y un binder de notas, Booker concluyó a las 8:05 p.m. del martes, visiblemente agotado pero firme.
"No sé cuánto más podría haber durado, pero estoy agradecido por haber elevado las voces de los estadounidenses", dijo a reporteros, con la voz ronca.
Su hazaña no solo rompió un récord, sino que reavivó el debate sobre el rol del Senado en tiempos de polarización, dejando una marca imborrable en la historia política de 2025.
