Marco Rubio, el halcón republicano que sancionó a Cristina Fernández y De Vido
Nacido en 1971 en Miami de padres cubanos, es el actual secretario de Estado de EE.UU. bajo Donald Trump, conocido por su postura dura contra la corrupción y gobiernos de izquierda.
21/03/2025 | 17:05Redacción Cadena 3
El nombre de Marco Rubio, desde hace poco tiempo secretario de Estado de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, ha resonado con fuerza en la Argentina tras anunciar sanciones contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el exministro Julio De Vido, acusados de "participación en importantes actos de corrupción".
Pero, ¿quién es este político cubano-estadounidense que ha puesto su mirada en figuras clave del kirchnerismo?
Marco Antonio Rubio nació el 28 de mayo de 1971 en Miami, Florida, hijo de inmigrantes cubanos que huyeron del régimen de Fidel Castro en 1956.
Criado en un entorno de fuerte identidad anticastrista, Rubio se graduó como abogado en la Universidad de Miami y pronto incursionó en la política.
Su carrera despegó en 2010, cuando fue elegido senador por Florida, un estado con una influyente comunidad cubano-americana.
Desde entonces, se ha consolidado como una figura prominente del Partido Republicano, conocido por su postura dura contra gobiernos de izquierda y su defensa de los intereses estadounidenses en el hemisferio occidental.
Rubio, de 53 años, saltó a la fama nacional en 2016 al competir en las primarias republicanas contra Donald Trump, aunque finalmente perdió la nominación.
A pesar de ese enfrentamiento inicial, su relación con Trump evolucionó, y en noviembre de 2024, el presidente electo lo seleccionó como su secretario de Estado, un cargo que asumió tras su confirmación en enero de 2025.
Su nombramiento fue visto como una señal de que la política exterior de Trump mantendría un enfoque agresivo hacia adversarios ideológicos.
Un cruzado anticomunista
Como senador, Rubio se destacó por su papel en el Comité de Relaciones Exteriores y como vicepresidente del Comité de Inteligencia del Senado.
Desde esos puestos, abogó por sanciones contra líderes de gobiernos que considera autoritarios o corruptos, como los de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Su historial incluye una carta enviada en diciembre de 2023 al entonces presidente Joe Biden, exigiendo medidas contra Cristina Fernández por "actos de corrupción significativa".
En esa misiva, Rubio la calificó como una "cleptócrata convicta que robó miles de millones de las arcas del Estado", acusándola de permitir la influencia de países como China, Rusia e Irán en Argentina.
Esta postura se materializó este 21 de marzo de 2025, cuando, ya como secretario de Estado, Rubio anunció la prohibición de ingreso a EE.UU. de Fernández, De Vido y sus familias inmediatas.
La medida, respaldada por la administración Trump, se fundamenta en condenas judiciales argentinas, como la de Fernández en la causa Vialidad (seis años de prisión e inhabilitación perpetua) y las múltiples acusaciones contra De Vido, incluyendo el caso de los "Cuadernos de la corrupción".
"CFK y De Vido abusaron de sus posiciones para orquestrar esquemas de suborno que robaron millones al pueblo argentino", afirmó Rubio en un comunicado oficial.
Conocido por su retórica directa y su fluidez en español, Rubio se presenta como un defensor de la democracia y el libre mercado.
Sus críticos, sin embargo, lo acusan de tener una visión maniquea que divide al mundo entre aliados y enemigos de EE.UU., especialmente en América Latina.
Su oposición a cualquier acercamiento con Cuba, su apoyo a sanciones contra Venezuela y su reciente foco en Argentina reflejan una política exterior hawkish (belicista), alineada con los sectores más conservadores del Partido Republicano.
Rubio también ha expresado preocupación por la creciente influencia china en la región, un tema que podría guiar futuras acciones de su gestión.
En su primera gira como secretario, programada para fines de enero de 2025 por Centroamérica y el Caribe, prometió "no ignorar a nuestros vecinos" y fortalecer lazos para contrarrestar a Pekín.