Roma, bajo seguridad estricta para el Año Jubilar de 2025

Roma, la ciudad eterna se encuentra en plena preparación para el Jubileo de 2025, un evento religioso de gran magnitud que promete transformarla en el epicentro de la fe católica durante más de un año.

Viviana Papa, oriunda de Colonia Caroya, quien vive en Italia hace años con sus cuatro hijos, reconoce ante Cadena 3 la preocupación por la seguridad.

Por eso, admite que están en “alerta” en general por lo que ocurre a nivel global.

“La gente aquí en Roma tiene medio que en el Jubileo haya algún problema”, explica, pero es optimista: “Yo tengo fe que todo se va a solucionar”.

Una ciudad desbordada

Con una expectativa de más de 35 millones de peregrinos y turistas, las autoridades implementaron un robusto plan de seguridad para garantizar la protección de los visitantes y la fluidez de las celebraciones, que se extenderán del 24 de diciembre de 2024 al 6 de enero de 2026.

El Jubileo, también conocido como Año Santo, es una tradición católica que se remonta a 1300, cuando el Papa Bonifacio VIII proclamó el primer año santo.

Actualmente, se celebra cada 25 años, aunque el Papa puede convocar jubileos extraordinarios, como el Año de la Misericordia en 2015.

El Año de la Esperanza

Para 2025, el papa Francisco ha declarado el "Año de la Esperanza", un período de oración, reflexión y penitencia.

Los peregrinos pueden obtener una indulgencia plenaria al visitar las cuatro basílicas papales de Roma —San Pedro, San Juan de Letrán, Santa María la Mayor y San Pablo Extramuros— y pasar por sus respectivas Puertas Santas, que solo se abren durante el jubileo.

La relevancia espiritual del evento atrae a fieles de todo el mundo, pero también plantea desafíos logísticos y de seguridad sin precedentes.

Según fuentes como Catholic News Agency, se espera que 35 millones de personas visiten Roma, superando ampliamente las cifras de jubileos anteriores, como el de 2000.

Esta afluencia masiva, combinada con la presencia de dignatarios y eventos públicos, ha llevado a un aumento significativo en las medidas de seguridad.

Con un número tan elevado de visitantes, las autoridades enfrentan múltiples riesgos, incluyendo actos terroristas: Roma, como destino de alto perfil, es un objetivo potencial para grupos extremistas, especialmente considerando la historia de amenazas en eventos religiosos.

También debe considerarse el control de multitudes. La gestión de grandes concentraciones en espacios como la Plaza de San Pedro requiere estrategias avanzadas para evitar estampidas o incidentes.

Y, los siempre presentes delitos comunes. El aumento de turistas puede elevar los casos de robo, especialmente en áreas turísticas densas.

Colaboración entre las fuerzas

Estas preocupaciones han llevado a una colaboración estrecha entre el gobierno italiano, las fuerzas de seguridad y el Vaticano, con medidas específicas diseñadas para mitigar riesgos.

Por eso, las autoridades italianas desplegaron un plan integral para garantizar la seguridad durante el jubileo.

Informe de Chema Forte, desde Roma 

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