Tenerife 1977: 5 errores que aportaron a la peor tragedia aérea de la historia
El desastre nació de una cadena de fallos: desvíos, niebla, malas decisiones y silencios. Con 583 víctimas, sus lecciones aún resuenan en la seguridad aérea moderna.
27/03/2025 | 09:07Redacción Cadena 3
El 27 de marzo de 1977, el aeropuerto Los Rodeos en Tenerife se convirtió en el escenario del desastre aéreo más mortífero de la historia.
Dos Boeing 747, uno de KLM y otro de Pan Am, colisionaron en la pista tras una cadena de errores fatales: un desvío imprevisto, niebla espesa, fallos de comunicación, decisiones apresuradas y una cabina silenciada por la jerarquía.
El choque dejó 583 víctimas y un legado de lecciones que transformaron la seguridad aérea para siempre.
Error 1 - Desvío por una amenaza imprevista
El 27 de marzo de 1977, una amenaza de bomba del grupo MPAIAC cerró el aeropuerto de Las Palmas, desviando vuelos al pequeño Los Rodeos en Tenerife. Este imprevisto congestionó un aeropuerto no preparado para manejar dos Boeing 747, de KLM y Pan Am, iniciando una serie de eventos que culminaron en 583 muertes, el peor accidente aéreo de la historia.
Error 2 - Niebla que cegó la pista
La ubicación montañosa de Los Rodeos, propensa a cambios climáticos, jugó un papel letal. Una densa niebla cubrió la pista minutos antes del choque, reduciendo la visibilidad a casi nada. Las tripulaciones de ambos aviones no pudieron verse hasta el último segundo, haciendo imposible evitar la colisión.
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Error 3 - Comunicación ambigua y caótica
Fallos en la comunicación fueron cruciales. El capitán de KLM malinterpretó las instrucciones de la torre, creyendo tener permiso para despegar. Interferencias en la radio y el uso de frases no estándar generaron confusión. La torre no supo que KLM avanzaba, mientras Pan Am aún maniobraba en la pista.
Error 4 - Decisión apresurada y peso extra
El capitán de KLM, bajo presión por cumplir horarios, decidió reponer 55.000 litros de combustible antes de despegar, aunque no era necesario. Este peso adicional dificultó la maniobra de despegue rápido que pudo haber evitado el choque. La prisa, combinada con una autorización malentendida, selló el desastre.
Error 5 - Silencio en una cabina jerárquica
La cultura de los años 70 desalentaba cuestionar al capitán. Aunque el copiloto y el ingeniero de KLM dudaron de la decisión de despegar, no insistieron con firmeza. Este ambiente rígido permitió que el error del capitán avanzara sin corrección, dejando a Pan Am sin tiempo para escapar.
Lecciones de una tragedia evitable
Cinco errores encadenados —desvío, niebla, comunicación, prisa y jerarquía— desataron el infierno en Tenerife. Tras el accidente, la aviación reformó sus reglas: inglés estándar, términos claros y trabajo en equipo en la cabina. Estas lecciones, forjadas en la pérdida, salvaron incontables vidas desde entonces.
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